Viaje al interior del jurado

¿Qué pasa en el interior del jurado cuando, terminada la vista pública, sus miembros deliberan en secreto para alcanzar un veredicto de inocencia o culpabilidad? Pilar de Paul, madrileña de 30 años y profesora de Psicología de la Universidad Complutense de Madrid, se ha asomado al proceso de deliberación de esta institución, de próxima reinstauración en España -el proyecto de ley está ya en las Cortes-, mediante el análisis de las discusiones de jurados, experimentales grabadas en vídeo. Entre las conclusiones del trabajo destaca que el mayor tamaño del jurado y la búsqueda de la unanimidad enriquecen el debate. La investigación psicológica de las interioridades del jurado es una tarea difícil, dado el carácter secreto de la deliberación. Doce hombres sin piedad es sólo una película. El análisis de Pilar de Paul se basó en juicios reales celebrados por la Audiencia Provincial de Madrid -robos; tráfico de drogas, lesiones graves y abusos sexuales-, pero tuvo la limitación de que los 24 jurados experimentales utilizados, de seis o de 12 miembros, estuvieron formados por estudiantes, 216 en total -144 mujeres y 72 hombres-, con una edad media de 21 años.

El sistema de trabajo fue que los jurados, tras la asistencia a las respectivas vistas orales, fueron trasladados al Laboratorio de Psicología Social, que permitía la grabación en vídeo de las deliberaciones. Los jurados desconocían este hecho, pero posteriormente autorizaron el análisis psicológico.

Aunque en todas las deliberaciones hubo un tercio que intervino más -dos en los jurados de seis y cuatro en los de 12-, la conclusión final del trabajo de Pilar de Paul es, de cara a la futura ley del Jurado, la recomendación de un tribunal popular de 12 miembros, "para dotarle de mayor representatividad e intercambio de opiniones e información", dice. Propone asimismo la regla de la unanimidad, por la mayor probabilidad de que se tengan en cuenta los puntos de vista minoritarios, lo que lleva", explica, "a un mayor intercambio de opiniones, a que se genere más conflicto y se analice con más profundidad el caso".

En cuanto al grado de coincidencia entre el veredicto de los jurados experimentales y la sentencia de los tribunales profesionales, un estudio de Kalven y Zeisel sobre 3.576 casos penales de Estados Unidos, mencionado por De Paul, mostró que mientras los jueces condenaron en el 83% de los casos, los ensayos de jurados lo hicieron en el 64%. Los jurados del análisis de Pilar de Paul absolvieron en el 100% de los casos, mientras que la Audiencia de Madrid condenó en un 50%. A partir de estos datos, la profesora De Paul explica el mayor grado de benevolencia de los jurados en que "en grupo es más fácil convencer de la inocencia que de la culpabilidad". Para ello, dice, "basta sembrar la duda". Revela también que algunos de los jurados apostaron por la inocencia "en disconformidad con el elevado número de años de cárcel que pedía el fiscal".

Convencer a la minoría

El trabajo de Pilar de Paul muestra que el tamaño del jurado no influye sobre la decisión que se adopta cuando se requiere un veredicto unánime, pero sí que un jurado de más miembros regido por la regla de la unanimidad enriquece la deliberación, "quizá por la necesidad de convencer a la posición minoritaria". La búsqueda de la unanimidad es considerada esencial por la analista, para quien, además de que implica la necesidad de tener en cuenta a la minoría, "tiene la ventaja de que los miembros del jurado hablan más del caso e intentan recomponerlo durante el debate, sin la obsesión de obtener la mayoría necesaria para que la decisión se adopte".

¿Existe el riesgo de que la sensiblería de los jurados o el efectismo del abogado o el fiscal pervierta la decisión? Pilar de Paul considera que "cuando un caso se presenta con las pruebas claras, la influencia de los factores extralegales es pequeña, pero si el caso no está tan claro tal influencia es mayor". E insiste: "Lo importante es que el jurado es un grupo en el que unos pueden ser más influenciables que otros, pero como no se trata de la suma de criterios individuales, especialmente si se exige la unanimidad, es difícil que prosperen tales argumentos sensibleros, porque es difícil que calen en todos los jurados".

A la luz del trabajo realizado, Pilar de Paul confía en que los ciudadanos "se tomen en serio la institución", aunque confiesa su "miedo a que el retraso en establecerlo pase factura".