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Rusia y el líder checheno acuerdan resolver el conflicto sin emplear la fuerza

Pilar Bonet

El ministro de Defensa de Rusia, Pavel Grachov, y el líder de Chechenia, Dzhojar Dudáiev, aseguraron ayer que no se empleará la fuerza militar para resolver el conflicto en esta república secesionista del norte del Cáucaso. Ambos se manifestaron así por separado tras haber conversado durante más de una hora en la localidad de Ordzhonikidzevsko, en la república de Ingushetia, vecina a Chechenia.Anoche, un portavoz de la delegación parlamentaria rusa que se halla en Chechenia como mediadora en el conflicto anunció que el Gobierno checheno había puesto en libertad a 14 soldados retenidos desde los combates del pasado 26 de noviembre. Otro pequeño grupo, integrado por siete oficiales, quedará todavía en manos de los secesionistas y la liberación se obtendrá sólo a cambio de garantías, declaró Dudáiev, según France Presse.

En lontananza se divisa una posible entrevista entre Dudáiev y el líder ruso, Borís Yeltsin, para resolver los problemas políticos, ya que Grachov aseguró que se necesitaba "una reunión a más alto nivel". El ministro planeaba informar hoy a Yeltsin de sus conversaciones con Dudáiev, que serán también objeto de debate en el Consejo de Seguridad de Rusia. Yeltsin hizo ayer un gesto conciliatorio y envió a la Duma Estatal (Cámara baja del Parlamento) un proyecto de resolución para amnistiar a quienes hayan participado en conflictos armados en el norte del Cáucaso, según informó Itar-Tass.

Diplomacia caucásica

Ayer fue una jornada de diplomacia caucásica tanto para el ministro Grachov, que conversó por la mañana con el jefe de la oposición chechena, Umar Avturjánov, como para un nutrido grupo de diputados del Parlamento ruso, que acudieron en peregrinación a Grozni en un intento de liberar a los prisioneros.

Avturjánov, que ha sido apoyado material y logísticamente por Moscú, dijo estar dispuesto a desarmarse si el general Dudáiev lo hacía también. Dudáiev, que ha aceptado negociar con Rusia, se niega categóricamente a conversar con Avturjánov.

Entre quienes estuvieron ayer en Grozni figura el diputado Grigori Yavlinski, que se ofreció a quedarse como rehén en lugar de los soldados capturados por Dudáiev. "Ir a Chechenia, es como ir al mercado, a buscar capital político", manifestó el político nacionalista, VIadímir Zhirinovski, que volvió de Grozni a Moscú trayéndose consigo a dos soldados rusos liberados.

El comandante de esta división de élite, el general Borís Poliakov, dimitió al no haber sido consultado cuando el Servicio Federal de Contrainteligencia contrató a sus soldados para combatir en Chechenia.

Asimismo varias organizaciones de periodistas de Rusia se pronunciaron ayer en contra de la política informativa del Gobierno ruso en relación con el tratamiento del conflicto armado que se vive en Chechenia en las últimas semanas.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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