Aviso a los que se enriquecen desde el poder

Ernesto Zedillo, un economista de 42 años formado en Yale y que creció. en el medio político al lado del hasta ayer presidente Carlos Salinas de Gortari, logró ayer grandes aplausos al expresar ante los legisladores de su país un importante compromiso: "El Gobierno no es lugar para amasar riqueza. Quien aspire a eso deberá hacerlo fuera de mi Gobierno", dijo lacónicamente.Legisladores, periodistas e invitados fijaron discretamente su mirada en ese momento en la bancada del Gobierno saliente y en concreto en el lugar donde se encontraba el hasta ayer secretario de Agricultura, Carlos Hank, un hombre que ingresó en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) cuando tenía 17 años y un escaso sueldo como maestro de escuela, pero que hoy, 50 años después, se encuentra entre las 15 fortunas más importantes de México.

Importante fue, por otra parte, el momento en que Zedillo reiteró el compromiso de que se desvinculará del partido, el PRI, lo que lo convertirá, si así se cumple, en el primer presidente de la historia reciente de México que deja a esta organización manejarse por su cuenta.

De hecho, Zedillo reconoció que México aún no disfruta de la verdadera democracia que la mayoría de la población anhela y se comprometió a llevar a cabo una reforma electoral profunda y no parcheada como hasta ahora, que permita niveles de equidad en la competencia de todos los partidos y no genere dudas ni sospechas sobre los resultados. El plazo fijado por el nuevo presidente mexicano para convertir en realidad este proyecto serán las próximas elecciones federales a diputados y senadores en 1997.