De Londres a Madrid pasando por Jamaica
Mario Vargas Llosa lleva una vida itinerante desde hace años. Alterna largas temporadas en Londres, esa ciudad inexplorable que le fascina y donde estudia su hija pequeña, con viajes a España -Madrid y Barcelona- y etapas en Alemania o en Estados Unidos. Estas Navidades las pasará en un punto más exótico: Jamaica. "La familia vive tan dispersa que procuramos reunirnos todos al menos dos veces al año. Hemos elegido Jamaica porque era un punto equidistante. Mi hijo Álvaro vive en Miami; Gonzalo, el segundo, está ahora en Zagreb trabajando con los refugiados políticos, pero tenía que ir a Perú, así que Jamaica nos resulta lo más conveniente". En Londres, su vida se adapta a costumbres rutinarias, corre por las mañanas para seguir manteniéndose en forma a los 58 años, y trabaja por las tardes en la bellísima biblioteca del Museo Británico. Y disfruta sorprendiendo a sus admiradores con su inveterada devoción por Margaret Thatcher. "Es algo que no se esperan" dice sonriendo, "pero ya estoy acostumbrado a sorprender".