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Libertad para el supuesto agresor del antifascista en estado de coma

Daniel Jesús Caudet Méndez, de 21 años, detenido el miércoles por la agresión que dejó en coma al antifascista Santiago B. N., fue puesto ayer en libertad provisional por el juez, según fuentes de la acusación. La agresión se registró en el curso de una reyerta desatada el pasado sábado -víspera del 20-N-, cuando la víctima y otros jóvenes colocaban carteles antifascistas en Móstoles (199.000 habitantes). El acusado, que ha negado su implicación en los hechos, es portero del bar Lejano Oeste, situado en la calle del Pintor Julio Romero, junto al lugar de la reyerta. Un representante de la acusación ha mostrado su profundo malestar por lo que considera "pésima" actuación de la policía, que no detuvo a ningún agresor hasta cuatro días después de que Santiago B. N. entrase en coma. "La noche de la agresión no tomaron declaraciones; el domingo, cuando los jóvenes presentaron denuncia, tampoco hicieron más. Sólo cuando el padre del chaval acudió el lunes a comisaría, decidieron citar para el martes al denunciante, y un día después procedieron a detener al portero del pub", indicó dicho representante, quien, como contraste, recordó que la noche de los hechos, uno de los antifascistas fue detenido por atentado a la autoridad y pasó la noche en calabozo.

Persecución en grupo

Daniel Caudet manifestó ante el juez que era acosado desde hacía meses por el grupo al que acompañaba la víctima. "Escribían alusiones a mí en las paredes cercanas al pub ", comenta. Según el detenido, la causa de esta "persecución" reside en que suele llevar un jersey con la bandera de España en el cuello.

El empleado del bar reconstruyó los hechos ante la policía y se refirió a un grupo de 30 o 40 jóvenes que en la noche del sábado intentaron pasar al bar para repartir un folleto sobre "la estupidez de los nazis de los noventa". Al impedírseles la entrada, este nutrido grupo fue a denunciarlo a la comisaría, extremo confirmado por los agentes. "Esto coincidió con la primera visita de un coche patrulla a la zona, donde todo estaba tranquilo", manifestaron fuentes policiales.

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Sin embargo, y según las mismas fuentes, hubo un segundo momento en que los antifascistas volvieron a las puertas del bar, donde comenzaron los insultos. Se desató la pelea. Por segunda vez, la propietaria del Lejano Oeste llamó a la policía, como ella señaló a este periódico ayer. Pero a su llegada todo el mundo se había marchado definitivamente.

Según la policía, algunos de los jóvenes que repartían propaganda antifascista ocupan de fonna ilegal una casa situada en el Parque Cuartel Huerta. Esta edificación es propiedad de los dueños de un antiguo cine.

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