Un juez dejó hace un mes libre al acusado

El delegado del Gobierno en Madrid, Arsenio Lope Huerta, anunció ayer la detención de Rachid Mufrag, de 24 años, marroquí, como presunto asesino de los taxistas Felipe García, de 51 años, y Federico García Nogal, de 48, que murieron de sendos disparos en la cabeza en la madrugada del lunes, en Lavapiés. Un juez había liberado a Rachid hace un mes.

Rachid Mufrag, delincuente habitual, había sido detenido 17 veces anteriormente. La pistola con la que se cometieron los dos crímenes fue hallada ayer por un transeúnte en el hueco de un árbol del Paseo de Santa María de la Cabeza, cerca del escenario de los hechos.La nota oficial de la Delegación del Gobierno no explica -tampoco lo hizo el delegado- las pruebas que pesan sobre el detenido. Únicamente se citan unas posibles manchas de sangre en su ropa y en el dinero que porta ba, así como un casquillo percutido de bala y otro sin percutir, ambos del calibre 6,35. La policía asegura no tener ninguna duda de su autoría. Rachid Mufrag, natural de Te tuán, inmigrante ilegal en España desde 1989, había sido detenido en 17 ocasiones anteriores por otros tantos presuntos delitos de robo, hurto, tráfico de drogas (en cinco ocasiones), resistencia y desobediencia. El detenido ha bía entrado en España a través de Cádiz hace cinco años, con identidad y nacionalidad falsas a nombre del palestino Ajub Mjemar (eso dificultó en un primer su expulsión). El Puerto de Santa María, Ceuta y Madrid fueron algunas de las localidades donde Mufrag había delinquido, según la policía.

En el momento de su detención, a las 21.00 horas del lunes en la plaza madrileña de Santa Ana, el supuesto homicida de los dos taxistas se hallaba reclamado por un juzgado de Cádiz mediante una orden de busca y captura. Asimismo, según señaló Lope Huerta, Mufrag estaba sometido a un expediente de expulsión de España, que las autoridades gubernativas incoaron contra él tras su penúltima detención (el pasado 16 de octubre en el distrito de Retiro), por su reiterada conducta delincuente y con la conformidad del ministerio fiscal.

El juez de guardia decidió ponerle en libertad por razones no aclaradas ayer.

El presunto homicida, que acostumbraba emplear hasta seis identidades falsas -argelina, palestina, iraquí o marroquí-, usó una pistola con el cañón recalibrado para cometer los dos homicidios. Esta manipulación del arma, que en un principio, según los expertos, puede ser una pistola de gas- le confería un mayor poder destructor. La policía cree que el único móvil de los crímenes fue el robo. Lope Huerta descartó cualquier otro motivo. Al ser detenido, Mufrag se hallaba indocumentado, en posesión de una navaja y de 25.000 pesetas en billetes de mil, repartidos entre el bolsillo del pantalón y un calcetín.La Policía Científica examinaba ayer estos billetes, sobre los cuales se detectaron "rastros rojizos" que pudiera ser sangre de los taxistas muertos. Según Lope Huerta, el presunto homicida, que se. negó a declarar, no se hallaba bajo los efectos de la droga cuando supuestamente cometió ambos crímenes. El Jefe Superior de Policía de Madrid, Carlos Corrales, aseguró que Mufrag "acogiéndose a su derecho constitucional de no declarar contra sí mismo, se negó a hacerlo, incluso, llegó a reclamar el estatuto de refugiado".

En cuanto a las razones por las cuales Mufrag se hallaba en libertad, Lope Huerta remitió a los jueces. Según fuentes judiciales, la apertura de expediente de expulsión no era sentencia firme. "La orden de captura emitida por un juzgado gaditano determinó, con toda probabilidad, que el juez de guardia de Madrid informara al de Cádiz, desde donde notificaran la fecha del juicio, tras la cual pudo ser liberado hasta su procesamiento". Para la fuente judicial consultada, "sólo el juez de Cádiz pudo decretar su libertad".