Iberia decidirá hoy la ejecución del plan de choque para salvar a la compañía de la quiebra
La dirección de Iberia pedirá hoy autorización a su Consejo de Administración -formado por altos cargos de diversos ministerios- para comenzar a aplicar desde hoy mismo el Plan de Emergencia 2 que pueda evitar la quiebra. El plan consiste en segregar la empresa en cuatro sociedades para su posterior venta, en la disinversión de sus participaciones en filiales, en la venta de inmuebles y en el despido de 5.500 personas (el 22% de la actual). El grupo aéreo adopta esta decisión ante el fracaso de las negociaciones con los sindicatos sobre el Plan 1, que plantea una reducción salarial media del 15% y un recorte de plantilla de 2.120 personas. Iberia mantendrá abierta la puerta a posibles acuerdos.
La situación empieza a ser dramática. Ayer, el presidente de Iberia y del INI-Teneo, Javier Salas, volvió a reiterar -primero en una entrevista en Los Desayunos de la Uno de RNE/ TVE-2 y después en una comparecencia en el Senado- la necesidad urgente de alcanzar un acuerdo que permita reducir gastos y obtener ayudas públicas. La intervención que necesita Iberia radica en alcanzar un acuerdo con los sindicatos so bre reducción salarial y el; pos terior permiso de la Comisión Europea para ampliar el capital en 130.000 millones de pesetas. En este punto, Iberia se en cuentra con otro impedimento importante: el enfrentamiento que existe en la Comisión entre distintos comisarios sobre la autorización de nuevas ayudas. De lo contrario, Iberia no tendrá otro remedio que buscar los fondos por la vía drástica. Y eso se consigue mediante la aplicación del denominado Plan de Emergencia 2, cuya aprobación deben decidir sus consejeros, quienes conocerán - el plan de boca del consejero delegado, Juan Sáez.
Los consejeros son los si guientes: Enrique Martínez Robles y Alfredo Pastor (secretarios de Estado de Hacienda y de Economía); Manuel Pana dero y Juan Manuel Bujía (se cretario general de Transportes y director general de Aviación Civil); Jesús Ezquerra (subsecretario de Exteriores); Miguel Góngora (secretario general de Turismo) y José Alejandro Pina (jefe de Gabinete del ministro de Industria), miembro además de la comisión ejecutiva. Además figuran dos representantes sindicales (Fermín López-Covarrubias, por CC OO, y Cecilio Pérez Velasco, por UGT) y los represnetantes del INI, que forman la comisión ejecutiva: Javier Salas, Juan Sáez, Miguel Cuenca y Feliciano Fuster.
El plan 2 se estructura en tres paquetes de medidas. El primero consiste en la venta de las participaciones en filiales (véase cuadro) que, en principio, compraría el grupo Teneo, a través del que el INI controla Iberia. Teneo vendería posteriormente y recuperaría el dinero que gaste, excepto Aviaco. En ese sentido, podrían desprenderse de las participadas extranjeras (Aerolíneas Argentinas, VIASA y Ladeco), así como de la entidad de sistema de pagos Amadeus o Iber-Swiss Catering. Este primer bloque también comprende la venta de inmuebles y, posiblemente, de aviones. En total, la empresa estima que, como mínimo, podría ingresar por este concepto 130.000 millones; es decir, la misma cantidad que propone para ampliar el capital y que, en caso de oposición en Brsuelas, podría cubrir esa carencia asegurándose fondos propios.
El segundo paquete consiste en la segregación de la empresa y la creación de cuatro sociedades (handling, mantenimiento, sistema informático y red comercial) para su posterior venta. El tercer paquete, una vez hecha la segregación, es la reducción de plantilla mediante despido que afectaría a unos 5.500 trabajadores y a los que se pagaría a razón de 20 días por año trabajado cumpliendo la ley. Este recorte supondría 36.000 millones de pesetas de ahorro.
Grupos interesados
Quedaría, una vez hecho este ajuste, una Iberia que se limitaría a realizar vuelos y para la que trabajarían directamente 5.000 personas, principalmente pilotos y tripulantes de cabinas de pasajeros, y que tendría titularidad una flota suficiente.
La sociedad de handling daría empleo a unas 8.000 personas y por su futuro ya se han interesado varias- constructoras, alguna de' las cuáles ya han empezado a hacer sus pinitos en estas lides (caso de FCC, la constructora de las Koplowitz, en Lanzarote). Por la de mantenimiento, que ocuparía a unas 2.500 personas, se ha interesado la firma británica Rolls Royce. La sociedad de sistemas informáticos, con unos 600 empleados, no tendría problemas de venta. La red comercial, con unos 2.000 trabajadores, es de la que más costaría desprenderse a los responsables de Iberia, por su valor estratégico.
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