La acusación del 'caso Pan Bendito' cree exagerada de su propia petición

El juicio del caso Pan Bendito (el barrio donde el policía municipal José Manuel Villarejo mató de un disparo en 1991 a un presunto ladrón de coches al que perseguía) quedó ayer visto para sentencia. José Emilio, Rodríguez Menéndez, el abogado de la acusación, se ratificó en pedir 28 años de cárcel para el agente pero añadió que, en el caso de que sea condenado, solicitará su indulto para que no ingrese en prisión. La acusación introdujo tal matiz al considerar "exagerada" su propia petición, sobre todo teniendo en cuenta el brillante expediente del policía. No obstante, para respaldar su petición de 28 años de prisión, Rodríguez Menéndez, estimó que el acusado incurrió en un delito de asesinato con las agravantes de alevosía, premeditación, abuso de superioridad y prevalencia de cargo público. La acusación considera que el agente actuó de forma temeraria y poco profesional y pidió una indemnización de 10 millones para cada uno de los cinco hijos del fallecido.

El fiscal del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial, pidió un año de prisión para Villarejo (pena que no implicaría su ingreso en la cárcel). El ministerio público estima que el agente disparó en legítima defensa para evitar que el presunto delincuente disparara contra el policía que le acompañaba.

El fiscal, que apreció en la versión de los vecinos numerosas contradicciones y sobreañadidos, pidió que el agente, y subsidiariamente el Ayuntamiento de Madrid, indemnice a cada hijo con cinco millones de pesetas.

Angel López Montero, abogado defensor, pidió la absolución, al estimar que su patrocina do actuó en el legítimo cumplimiento de su deber. Para el letra do, el disparo "era la única alternativa que le quedaba y apuntó al hombro, que no es un órgano vital, ya que en una fracción de segundo el fallecido podía disparar al policía que encañonaba".