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Diez negritos

Como en la novela de Agatha Christie, los diez querellados en el caso Banesto esperan su hora. A diferencia de aquella sucesión de diez asesinatos, lo que los diez acusados en Banesto. temen es que el juez o los fiscales, o ambos, vayan a utilizar argumentos similares a los aplicados en los casos de Manuel de la Concha, Mariano Rubio, Carlos Sotos y Javier de la Rosa, para tomar los asuntos más conocidos, a fin de decretar, ahora, nuevos encarcelamientos. En otros términos, desean saber si la magnitud de los presuntos delitos, la alarma social o los mecanismos procesales (incomunicación) pueden ser esgrimidos para el encarcelamiento. La analogía con el suspense de los diez negritos del cuento policíaco es ésta: cada uno de los acusados conocerá los hechos que se le imputan -la querella- un rato antes de prestar declaración. Y será durante estas sesiones cuando el juez procese mentalmente la idea de decretar, o no, prisión preventiva.Marlo Conde es la estrella del banquillo en el que se sentarán los acusados. Por su lugar en el pináculo de la cumbre, el ex presidente de Banesto es el que más difícil debería tenerlo; sin embargo, el juez no va a investigar la quiebra de Banesto, de la que Conde es incuestionablemente el responsable máximo, sino unos hechos en los que podrían concurrir actuaciones fraudulentas. Y en este punto, Conde, respecto a gran parte de los acusados, es el que mejor se halla blindado. En el derecho civil existe lo que se llama la doctrina del levantamiento de velo de la personalidad jurídica. Su aplicación permite penetrar en el sustrato patrimonial de una sociedad, compuesto por otros patrimonios, y que deben quedar afectos ala responsabilidad de lo que se suele llamar una entidad cabecera de un grupo. Pero el velo levantado por Conde y su abogado Mariano Gómez de Liaño, que lleva sus negocios personales desde tiempo imnemorial, no es cualquier cosa delgada:, ligera o más o menos transparente que oculta la visual de otra o disimula el conocimiento de otra, según define el diccionario de Julio Casares. No. Se trata mucho más que de un simple velo societario o de operaciones fiduciarias.

Al ex presidente de Banesto se le imputa la operación por. la que una sociedad instrumental llamada Valyser adquirió en 1990 un 400/6 de la empresa Isolux, de Banesto, por 600 millones de pesetas. En dos golpes posteriores, en enero de 1992, y un año después, en febrero de 1993, Valyser vendió ese 40% -tras una fusión entre Isolux y Wat- a sociedades intermedias, que, a los pocos meses, revendieron a la Corporación Industrial dicho paquete. Valyser ganó 3.800 millones (plusvalía); la Corporación, que vendió por 600 millones, recompró en dos fases por un total de 4.315 millones. Valyser también protagonizó la compraventa, presuntamente fraudulenta, del edificio de Promociones Hoteleras en la calle Fernando el Santo 12-y 14, de Madrid, con pagos de la Corporación a fondo perdido de 765 millones.

Valyser pertenece al grupo Euman, cuyo adn-iinistrador único es Eugenio Martínez Jiménez, quien representó a Conde en la empresa italiana en la que participaba el ex presidente de Banesto a título personal (Zenith 88 y su filial General Medical Merate, tanto en Italia como en España). Precisamente, para realizar la inversión en Isolux, Martínez Jiménez, en nombre de Valyser, pidió financiación al Banco de Progreso, banco en el que Conde realizaba siempre sus transacciones privadas. En julio de 1991, la sociedad Asebur Inversiones, indiscutiblemente de Conde, en la que participa su familia, escribía al Banco de Progreso, al concederse a Valyser 450 millones de pesetas una carta de garantía: "Tenemos -decía- la seguridad de que la mencionada operación que Vds. han de realizar con Valyser S A se concederá, esencialmente, en consideración a nuestra relación con dicha sociedad". Fue el abogado Gómez de Liaño quien entregó esa conif-orm letter, según dijo Conde el 12 de septiembre pasado. La presencia de la sociedad de Conde, pues, fue la única razón por la que se concedió el crédito. Más tarde, Valyser obtuvo financiación en Bandesco para otras operaciones. El velo puede estar rasgado. Pero habrá que derribarlo como si se tratase de una muralla.

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