González afirma que para Ia gente de buena fe" el 'caso Palomino' ya ha quedado zanjado

Felipe González está convencido de que para "la gente de buena fé", el llamado caso Palomino ha quedado aclarado, y sólo aquéllos que no lo son seguirán hurgando en el ásunto. Con esta respuesta escueta el presidente del Gobierno dio ayer por zanjadas las denuncias sobre el presunto trato de favor dado a. su cuñado, el empresario Francisco Palomino, por parte de la Administración del Estado. A diferencia de otras ruedas de prensa en el extranjero, González fue muy parco al abordar la política interna española, porque no quiere que le regañen, dijo, por explicarse fuera de España.

Menos tenso que en Casablanca, hace tres semanas, González fue reacio a hablar de lo que suele llamar los "temas de casa" en la conferencia de prensa que ofreció en el palacio de Serralves con el primer ministro luso, Anibal Cavaco Silva, al término de la novena cumbre bilateral.No respondió a una primera pregunta, alegando que después "me riñe una señora diputada". Se refería a Rosa Aguilar, de Izquierda Unida, que en su comparecencia del miércoles en el Congreso le reprochó haber polemizado con un periódico, El Mundo, nada menos que desde Marruecos.

Pero, con la insistencia de los periodistas españoles, González acabó cediendo a la tentación. Tras su exposición, hace cuatro días, en el Congreso, el presidente cree que "para cualquiera de buena fe ya está claro" que Palomino no gozó de ningún privilegio. "Pero esto no se puede presumir erga omnes", añadió, dando a entender que las personas de mala fe seguirán atacándole.

[El líder de IU, Julio Anguita, calificó ayer en Madrid de "chocante" y "muy esclarecedor" que EL PAÍS haya aportado datos "para combatir a otro periódico" en una cuestión como el caso Palomino, "en la que no tiene una competencia directa". Según Anguita, la investigación de EL PAÍS sólo desmonta "supuestamente" las acusaciones, informa Efe. De otro lado, José María Aznar declaró en Tenerife que los españoles ven con asombro cómo el Gobierno convierte un granito de arena en una montaña y cómo un cuñado se convierte en un problema de Estado, informa César Fernández-Trujillo].

Tras expresar respeto a sus predecesores en el cargo, González reveló: "Cuando llegamos al Gobierno [diciembre de 19821 paralizamos el desarrollo de la construcción de un búnker, una especie de centro con seguridad nuclear que había en una zona próxima a Toledo. Está hecha la primera fase de la construcción. Sigue paralizado, porque nos parecía que no era oportuno hacerlo". Lo que se empezó a escarbar en el subsuelo de La Moncloa a partir de 1988 fue, según el presidente, "una instalación de seguridad y un buen sistema de comunicación, como el que tienen otros países". "La integración de España en la Alianza Atlántica fue sin duda un elemento que aconsejó disponer de instalaciones homologables con otros países del área", explicó.

González se mostró reacio a "entrar en polémica" cuando le recordaron que la presidencia de la Conferencia Episcopal española se ha pronunciado a favor de limitar en España el mandato del jefe del Gobierno a dos legislaturas. Hizo, sin embargo, memoria en voz alta y acabó cayendo en la tentación. Evocó los tiempos de su infancia y su juventud, cuando los religiosos le enseñaron que "hay que predicar con el ejemplo".