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Grobbelaar podrá defenderse antes de ser sancionado por su federación

Al final las cosas no le han salido tan mal al equipo inglés de Primera División, el Southampton. Su portero, el controvertido Bruce Grobbelaar, que con anterioridad defendió la meta del Liverpool, ha sido acusado formalmente por la Asociación Inglesa de Fútbol de "conducta impropia" para alterar el resultado de los partidos. Pero al menos el Southampton podrá contar con él para el crucial encuentro de Liga del sábado próximo frente al Arsenal.Colocada entre la espada y la pared por las contundentes acusaciones formuladas la pasada semana por el diario londinense The Sun, y por su actual club, donde Grobbelaar es una indiscutida estrella, la Asociación ha optado por una vía, en cierto modo, intermedia. La acusación que pesa sobre el portero, dada a conocer a media tarde de ayer por el director ejecutivo de dicha Asociación, Graham Kelly, es considerablemente explícita y contundente.

Beneficio de la duda

A la vista de las alegaciones aireadas en la prensa británica, Kelly señaló que la Asociación había percibido materia suficiente en las denunciar de los medios periodísticos como para acusar formalmente al portero de 37 años, natural de Zimbabue de cobrar dinero a cambio de "perder" partidos. Grobbelaar dispone ahora de dos semanas para preparar su "defensa" y exponer al comité disciplinario, de la Asociación sus alegaciones y puntos de vista que considere oportunos.En poder del comité figuran ya los videos y grabaciones en los que se ha basado The Sun para lanzar su duro alegato contra el portero del Southampton. Si el comité le considera culpable, el jugador puede dar por finalizada su carrera deportiva. Grobbelaar, que este fin de semana viajó a Zimbabue donde el domingo intervino en el encuentro en el que su país derrotó a Zaire (2- 1), correspondiente a la fase de clasificación de la Copa de África, regresara mañana al Reino Unido, según declaró ayer su abogado Brian Canavan.

El director de la Asociación anunció al mismo tiempo que ésta había informado oportunamente a la Federación de la decisión tomada ayer. Lawrie McMenemy, máximo responsable del Southampton, por su parte, se felicitó por el acuerdo de la Asociación que otorga a la conducta de Grobbelaar el beneficio de la duda.

Hasta que la comisión disciplinaria no se pronuncie, por lo tanto, el portero no sufrirá sanción alguna. Grobbelaar, un tipo extravertido, bromista y carismático ha negado en todo momento la veracidad de las acusaciones realizadas por The Sun. Incluso se ha querellado contra el periódico. Su viaje a Zimbabue le ha proporcionado, además, buenas dosis de moral, ya que su país natal ha decidido defenderle a capa y espada contra el chaparrón que amenaza con su carrera.

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