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Deterioro en el edificio que alberga una colección que podría ser de Goya

Una colección de carboncillo dibujada no se sabe si por Goya o conjuntamente con alguno de sus discípulos, permanece en el antiguo palacio de Alba, en Aranjuez. A pesar de su valor, el inmueble, propiedad particular, sufre un deterioro continuo que ni siquiera la restauración llevada a cabo por la Dirección General de Cultura de la Comunidad de Madrid ha podido frenar.La colección representa una media docena de escenas goyescas: corros de gente, una mujer desnuda tendida en un diván o un grupo danzando.

Y se tiene constancia de que Goya residió allí algunas temporadas, bien pintando para miembros de la corte o para nobles de Chinchón. La habitación en que se encuentran, orientada al norte, presenta las características típicas de un estudio de pintura y. los dibujos grabados en sus paredes demuestran que lo fue. El interrogante es saber si los dibujos son o no de Goya. Los dibujos han sido examinados por expertos del Museo del Prado, pero no hay conclusiones.

Debajo del estudio funciona desde principios de siglo un taller a cuyos ruidos atribuye la propietaria, Alicia Bustamante, el continuo deterioro de los dibujos, al agrietarse las paredes y desconcharse los grabados. El Ayuntamiento pretende convertir la sala en un museo, pero no es posible rescindir el contrato de arrendamiento del taller. La Dirección General de Cultura de la Comunidad invirtió 20 millones de pesetas en 1989 en la restauración de la habitación.

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