Parte de la direccion de HB se opone a las consignas de ETA

Miembros de la Mesa Nacional de Herri Batasuna mantienen fuertes discrepancias a propósito de las consignas recibidas desde ETA en abril pasado. La organización terrorista presionó a la coalición para que ejerciera más decididamente un papel de desestabilización política, en paralelo a la labor desestabilizadora de la violencia. Estas órdenes explican la radicalización de la campaña de HB para las elecciones europeas de junio pasado, con gestos como la exhibición en su mitin central de dos encapuchados de la organización terrorista.

Sin embargo, la fuerte hemorragia de votos en las europeas, unos 43.000, dio alas a los críticos, que pusieron en duda en el debate interno las directrices de ETA y relacionaron sus efectos con el fuerte retroceso electoral de junio. El fracaso en las urnas y las presiones internas explican, a su vez, el silencio de la organización terrorista en la reciente campaña de las autonómicas vascas.Para contrarrestar esta argumentación, la interpretación de KAS atribuye la recuperación parcial de HB el 23 de octubre, cuando rescató algo más de 20.000 votantes perdidos, al aumento de la participación y a la mala conciencia de sectores de su electorado, que en las europeas optaron por la abstención.

. Este conflicto se sitúa en el origen de enfrentamientos verbales que han mantenido en la Mesa Nacional de la coalición José María Olarra, favorable a las orientaciones de K-AS, y el dirigente considerado de línea más moderada Íñigo Iruin. Olarra ha descartado tras las últimas elecciones toda posibilidad de distensión a corto plazo.

La dirección de ETA y KAS parece sumida en la perplejidad por el desarrollo del proceso de pacificación en Irlanda del Norte y la incapacidad para conmocionar al Estado con un atentado como el que costó la vida el pasado julio al teniente general Francisco Veguillas, director de Política de Defensa.