Venables, Ardiles y la semana negra inglesa
Las cámaras enfocaban el rostro desencajado de Alex Ferguson, manager del Manchester United, asistiendo al derrumbe de su equipo en el Camp Nou de Barcelona. Pero ese miércoles noche, y en el mismo estadio del victorioso, Barca, otra vieja gloria del fútbol inglés atravesaba por una situación más grave. Terry Venables, actual entrenador de la selección inglesa, y viejo conocido de los aficionados españoles, contemplaba el encuentro -al que asistía en calidad de comentarista para la televisión británica-, con el corazón agitado.Terry Venables, objeto de un programa denuncia en la BBC, y de una investigación por parte de la denominada Oficina de los Grandes Fraudes, se estaba jugando el puesto. Acusado de haber obtenido de forma irregular los 200 millones de pesetas desembolsados en 1991 para comprar el club Tottenham Hostpur, una operación en la que le acompañó el financiero Alan Sugar, dueño de la empresa Amstrad, su flamante empleo de entrenador inglés estaba en el aire.
Cierto que la Asociación de Fútbol sabía a lo que se enfrentaba cuando en enero pasado ofreció el codiciado puesto a una persona tan controvertida como Terry Venables. Pero el escándalo se había producido antes de lo previsto. En Barcelona, viendo al Manchester desnortado y sin fuelle, Venables apretó los dientes y se atrincheró en su confesión de inocencia.
Los aficionados británicos, por lo demás, le acompañaban en la ceremonia de apurar el cáliz del fracaso en una semana repleta de catástrofes. No sólo el Manchester United había paladeado el amargo sabor de la derrota ante el Barcelona, también el Newcastle había mordido el polvo frente al Athletic de Bilbao y los últimos estetas del fútbol habían de enfrentarse aún a otra desalentadora noticia: la marcha del entrenador argentino Ossie Ardiles del Tottemham Hostpur.
Ardiles, un hombre que relaciona el fútbol con el arte más que con el deporte, se marchaba sin quejas del Tottemham. Un hombre atípico, que en los momentos de mayor xenofobia anti-argentina a raíz de la guerra de las Malvinas, no se reprimió a la hora de reivindicar las islas para su país, su marcha ha sido el broche negro para una semana particularmente negativa.
Una semana a la que, sin embargo, Terry Venables ha conseguido sobrevivir después de que el viernes la Oficina de Fraudes decidiera dar carpetazo a su pequeño asunto irregular. La Asociación de Fútbol ha respirado, al fin, tranquila.
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