El Ayuntamiento obstaculiza la creación del billete único de metro y autobús

El gerente del Consorcio de Transportes, Fidel Angulo (nombrado por la Comunidad), acusó ayer al gobierno municipal de obstaculizar la creación del metrobús (billete de 10 viajes válido para ambos medios de locomoción). La implantación de este sistema acumula ya más de un año de retraso. Al Ayuntamiento, dueño mayoritario de la EMT, no parece urgirle un sistema que le haría perder el control de un 42% de sus ingresos. El municipio debe actualmente 4.231 millones (sin contar intereses) al Consorcio, que podría así retener los ingresos hasta saldar la deuda municipal.

Para poner en práctica este sistema de billetaje es necesario sustituirlas actuales canceladoras en los autobuses (las máquinas donde se introduce el bonobús) por otras compatibles con las de metro (y similares a las existentes en los cercanías y los autocares interurbanos). Los usuarios pueden actualmente adquirir un abono mensual (desde 3.750 pesetas) válido para metro y autobús, pero no billetes de sólo 10 viajes (600 pesetas).Los 1.300 millones que costaría el cambio de máquinas los financiaría el propio Consorcio, pero su gerente cree que la Empresa Municipal de Transportes (EMT) es partidaria de un sistema que no sería compatible con el del metro. "En el consejo de administración de la EMT, cuyo dueño es el Ayuntamiento, se dijo de manera informal que el billete de 10 viajes no es importante, lo consideran propio y no lo quieren integrar en el sistema", explicó Angulo.

En respuesta a estas acusaciones el alcalde, José María Álvarez del Manzano, dijo ayer que el Consorcio "debería estar agradecido de la presencia y actuación del Ayuntamiento" en ese organismo (formado por el municipio, la Comunidad y el Ministerio de Transportes). El alcalde añadió que gracias al Ayuntamiento se mantiene el conjunto del Consorcio.

En la actualidad, el 42% de los usuarios utiliza los billetes de 10 viajes -bonometro y bonobús- Se realizan unos 500 millones de viajes al año en autobús, de los que el 42% lo pagan los usuarios mediante bonobús (a 60 pesetas el trayecto); esto significa que hay 12.000 millones de pesetas anuales que recauda directamente la EMT. Este dinero entra luego en un saco común, que gestiona el Consorcio y que sirve para financiar todo el transporte. Con el nuevo sistema de cancelación buena parte de este dinero lo ingresaría directamente el Consorcio. El Ayuntamiento debe más de 4.000 millones a ese organismo (hecho del que a su vez culpa al Estado, que adeuda al municipio 20.000 millones de pesetas, según fuentes municipales).

Viajeros perjudicados

Para Fidel Angulo, el clima preelectoral es el responsable del desinterés municipal hacia el billete único. El Consorcio cifra el número de viajeros perjudicados por la no unificación de ambos títulos en un millón y medio de usuarios, y calcula que se realizan con bonobús y bonometro 1.200.000 viajes al día. La unificación del sistema de cancelación de billetes proporcionaría muchas ventajas a los usuarios. Por ejemplo, no tendrían que transportar dos tipos diferentes de billetes para metro y autobús (el Consorcio calcula que 400.000 usuarios al día utilizan un medio detrás del otro).

Además, el adelanto de dinero por parte del usuario sería menor. En la actualidad un usuario de ambos transportes tiene que desembolsar 1.200 pesetas -600 en bonobús y otras tantas en bonometro-, para viajar a un precio reducido en ambos medios. Con el nuevo sistema bastarían 600 pesetas de desembolso inicial.

Otra mejora posible es la implantación de abonos semanales, diarios o de tres días para utilizar tanto en autobús como en metro, Estos abonos beneficiarían especialmente a los visitantes temporales de la ciudad.

lgualmente, se multiplicarían los puntos de venta del actual bonobús, ya que el billete único se vendería también en las taquillas de metro. El bonobús sólo puede comprarse en las casetas de la EMT, en estancos y en algunos quioscos de prensa, por lo que los sábados y domingos por la tarde resulta muy difícil adquirirlo.

Asimismo, la implantación de canceladoras compatibles permite el tratamiento mecanizado de la información una mayor comodidad para el conductor del autobús, que a no tendría que mirar uno a uno los abonos transporte de los viajeros.

En julio de 1993 se convocó el concurso para adjudicar el cambio de cancelas. Hasta la fecha, el consejo de administración de la EMT no se ha decidido a aceptar ninguna de las ofertas presentadas, a pesar de que éstas caducaron en agosto. Ha sido necesario pedir a las empresas que mantengan su oferta económica hasta diciembre, según indica Eugenio Morales, concejal socialista y representante de su grupo en dicho consejo.

Para Morales, el control de la recaudación es la causa por la que el Ayuntamiento rechaza la implantación del billete único. "Una empresa que tiene en su mano una buena parte de la recaudación, lo que le ocurre en la actualidad a la EMT, lo tendría más fácil para encontrar un comprador en tina hipotética operación de privatización", añade.

Según informó el gerente del Consorcio de Transportes, se han gastado 4.000 millones de pesetas en expendedoras y canceladoras de billetes en Metro, Cercanías de Renfe y autobuses interurbanos.