Firmas ligadas a Conde y su cuñado ganaron 733 millones al vender su empresa a una filial de Banesto
M. Á. NOCEDA / J. RIVERA Empresas ligadas a Mario Conde y su cuñado Joaquín Arroyo Botana vendieron en mayo de 1993 a Isolux Wat (filial de la Corporación Banesto) la empresa de seguridad Veblinsa con unos beneficios de 732,4 millones de pesetas. Veblinsa había sido constituida en octubre de 1988 con un capital de 25 millones que luego se amplió a 171,6 milIones de pesetas.
1 En el momento de su venta no tenía fondo de comercio y arrastraba pérdidas acumuladas, según fuentes conocedoras de la operación. La venta a Isolux se hizo con la promesa, de que Banesto, presidido por Conde, le adjudicaría a Veblinsa un contrato por valor de 1.700 millones de pesetas anuales por un periodo de cinco años para presta servicios de seguridad en las sucursales del banco. La promesa, según las fuentes empresariales consultadas, nunca se cumplió.
Las investigaciones sobre las operaciones singulares realizadas por Banesto en la etapa en la que estuvo presidida por Mario Conde siguen dando frutos. En el caso de la operación de Veblinsa, además, aparece directamente vinculado Mario Conde a través de la sociedad Puerto del Moral, que es uno (le los accionistas de Veblinsa cuando es adquirida por Isolux en 1993. El propio ex presidente de Banesto reconoció en su comparecencia en el Congreso de los Diputados del día 19 de octubre su relación con esta empresa. Conde dijo textualmente: "Esas sociedades [Puerto del Moral y Puerto del Condado] no se dedicaban a ninguna actividad de ningún tipo; eran sociedades absolutamente inactivas que nunca, habían hecho ningún tipo de negocio".
El principal activo de Veblinsa fue la adjudicación de contratos de seguridad con Banesto para sus sucursales por la citada cantidad de 1.700 millones al año. Sin embargo, el contrato nunca se llegó a cumplir. La venta de Isolux tuvo los siguientes pasos:
- Veblinsa fue constituida en octubre de 1988 con un capital de 25 millones de pesetas. El 48% de su capital está en manos de Vehículos Blindados, empresa en la que figuran algunas de las personas consideradas testaferros de Conde, y el 14% pertenece a Joaquín Arroyo Botana, cuñado de Conde.
- La empresa sufre dos ampliaciones de capital en años posteriores. Primero se: eleva a 75 millones y, posteriormente, a 171,6 millones. En esta segunda ampliación entra Isolux, que pasa a controlar el 110,25%.
- Joaquín Arroyo vende su participación, reducida al 10%, a Inversiones Puerto del Moral.
- El capital de Veblinisa queda de la siguiente forma: Vehículos Blindados, 60,80%; Nutridist, 19%; Puerto del Moral, 10%, e Isolux, 10,20%.
- El 21 de mayo de 1993, Isolux se hace con el 100% de Veblinsa desembolsando un total de 904 millones de pesetas.
El objeto social de la empresa era 1a compraventa e instalaciones de toda clase de muebles e inmuebles relativos a la seguridad y vigilancia, protección y traslado de fondo, valores, joyas y caudales, creación y explotación de centrales de alarma", según consta en el Registro Central. En los consejos de administración de Veblinsa y de las empresas que controlan su capital aparecen personas relacionadas con el ex presidente de Banesto, además de su cuñado. Alguna de esas personas son Eugenio Martínez Jiménez y Carlos Díaz Porgueres, que también aparecen en Valyser y de cuya existencia fue preguntado reiteradamente Conde en su comparecencia en el Congreso. Eugenio Martínez y Carlos Díaz Porgueres (Conde dijo que no conocía a Carlos Díaz Porqueras, con el segundo apellido cambiado por equivocación por la diputada socialista Mercedes Aroz) han sido calificados como apoderados de Conde. En cualquier caso, fueron socios en Veblinsa.
También aparece, a lo largo de alguno de los años de vida esta empresa, Miguel Gómez de Liaño Botella, hermano y compañero de despacho de Mariano Gómez de Liaño, abogado de Conde. En Vehículos Blindados figuran, asimismo, Santiago Mollinedo y Fernando Sada, actuales propietarios, junto a Justo López-Tello, de Galerías Preciados.
¿De quién es Spengler?
El pasado 21 de octubre, el actual presidente de Banesto, Alfredo Sáenz, cerró la ronda de comparecencias ante la comisión Banesto con un repaso a la gestión de Conde. Desarboló todas y cada una de sus prácticas bancarias y destrozó sus operaciones especiales. Además, se encargó de sembrar entre el auditorio dudas sobre presuntas irregularidades hasta ahora desconocidas. Una de las más desconcertantes fue: "Sigo la enunciación de malas prácticas. Favorecer a determinadas sociedades de obras y suministros sin procedimientos internos de adjudicación y sin un control adecuado, y no quiero dar nombres..."Las investigaciones abiertas señalan a una empresa que responde a ese perfil: Spengler. Banesto contrató a esta sociedad para remodelar sucursales en 1990. En cuatro ejercicios facturó 11.500 millones de pesetas, pero nadie se explica dónde se hicieron las mejoras. Tan sólo se recuerda que un alto directivo del antiguo equipo gestor de Banesto salía en defensa de su candidatura para este tipo de obras. "Eso, para Spengler", decía. Y no se discutía más.
Spengler, según los datos del Registro Mercantil Central, tiene como objeto social la "realización de toda clase de obras públicas y privadas, construcción rehabilitación y compraventa, arrendamiento y explotación por cuenta propia o ajena de toda clase de fincas rústicas y urbanas". El presidente es Joaquín Vázquez Alonso y como secretaria figura Rosario Valiente Rasines, cuyo nombramiento tiene fecha en el Registro de 27 de diciembre de 1993. El capital de Spengler está distribuido en acciones al portador, por lo cual es muy difícil identificar a sus propietarios.
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