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Entrevista:Hassan II

"Marruecos asegurará a su gente en el Sáhara su legítima defensa"

Hassan II -que este fin de semana hace de anfitrión de una conferencia económica en Casablanca en la que, por primera vez, comparten mesa países árabes e Israel, en presencia de europeos y norteamericanos- cree que el proceso de paz en Oriente Próximo es irreversible y que es cuestión de poco tiempo que árabes e israelíes pongan fin a su hostilidad. Para el monarca alauí, la paz en aquella región no podrá conseguirse sin atender las demandas de los palestinos.En la frontera oriental de su reino, los islamistas tienen probabilidades de acceder al poder y Hassan II asegura que eso no le inquieta. Marruecos sólo ha tenido problemas graves con Argelia por la cuestión del Sáhara, señala el rey antes de asegurar que habrá un referéndum de autodeterminación el año entrante en ese territorio. Si ganan los independentistas, Marruecos abandonará la ex colonia española, pero, advierte Hassan, armará a los marroquíes que viven allí para que se defienden de lo que él ve como inevitable genocidio.

Pregunta: ¿Qué espera de la conferencia de Casablanca?

Respuesta: La inversión de la fórmula tradicional que quiere que los hombres de negocios compren al son de los cañones y vendan al son de los violines.

P. ¿No pone usted el carro delante de los bueyes al evocar grandes proyectos de desarrollos regionales, cuando la inestabilidad parece todavía dominar, no sólo en Oriente Próximo, sino también en el Magreb?

R. No hemos podido hacer frente a todas las demandas de participación a esta conferencia. Este entusiasmo prueba que por lo menos existe interés y curiosidad.

P. Jordania acaba de firmar la paz con Israel, el presidente Clinton ha estado en Siria. ¿Piensa usted que el proceso de paz en Oriente Próximo es ya irreversible?

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R. Los responsables regionales, tanto árabes como israelíes, están en el proceso de paz. Es irreversible.

P. ¿Marcará la Conferencia de Casablanca realmente el fin del boicoteo árabe a Israel?

R. De hecho, sí. Queda la resolución del Consejo de la Liga Árabe. Un día desaparecerá, pero esta conferencia la vaciará enormemente de su sentido.

P. ¿No deja a los palestinos al borde del camino esta aceleración del proceso. de paz, como ha puesto de manifiesto la ausencia de Yasir Arafat a la firma de la paz jordano-israelí?

R. La causa palestina ha estado en el origen del conflicto árabe-israelí. Querer marginar a la nación palestina sería dejar el fuego bajo paja. Tengo que decir a Isaac Rabin y a Simón Peres que sería sabio y prudente que revisen su calendario con los palestinos, que vayan un poco más deprisa, y que no ahoguen a Gaza y Jericó...

P. Usted ha calificado al integrismo de peligro absoluto. ¿Se ha acrecentado este peligro en los países islámicos?

R. En el islam no hay más que dos escuelas. La liberal y la fundamentalista. No hay escuela integrista. En Marruecos somos fundamentalistas desde hace 1.200 años. El integrismo para mí no es más que el rostro de la violencia que se disfraza con la apariencia del islam. El islam no ha sido nunca integrista...

P. ¿Qué final ve usted a esta instrumentalización del islam por la violencia?

R. Cuando no se puede crear un partido político, cuando se vive bajo un régimen de partido único, ¿qué hay más fácil que hacerse del Partido de Dios? ¿Y cómo prohibir a Dios? El final de este peligro es la libertad. Una libertad por supuesto limitada por unas reglas constitucionales.

P. ¿Lamenta usted la reacción de los occidentales ante el integrismo y el deslizamiento hacia el conflicto de civilizaciones entre Occidente y el islam que predicen algunos analistas?

R. No se llegará a eso, porque el fenómeno integrista sigue circunscrito. Pero existe el riesgo de que se alce un muro de incomprensión entre dos civilizaciones, y eso sería muy grave.

P. Marruecos hace de polo estabilizador frente al contagio integrista. ¿Pero no indica el atentado de Marrakech [en el que murieron dos españoles en agosto] un desarrollo del integrismo?

R. Es un hecho que ha habido intención de perjudicar, pero no a través del islam... No temo el contagio del islam integrista, pero temo la violencia, el bandidaje contra el que Marruecos no puede prevenirse solo...

P. ¿Cómo son sus relaciones con Argelia?

R. Nunca hemos tenido problemas con Argelia, salvo a partir del momento en que se inmiscuyó en nuestras relaciones con el Sáhara. El día en que no se ocupe más del problema del Sáhara será una luna de miel, por no decir un matrimonio entre Marruecos y Argelia.

P. ¿No le inquieta la perspectiva de una llegada del Frente Islámico de Salvación al poder en Argel?

R. Si mañana se manifiesta en Argelia una voluntad popular de la que sale un Gobierno, cualquiera que sea, nosotros deberemos respetar la soberanía argelina. A condición de que esta voluntad haya sido expresada democrática y libremente.

P. ¿Se celebrará el referéndum del Sáhara según lo previsto?

R. A comienzos del año próximo. Estoy seguro al cien por cien.

P. ¿Y qué pasaría si el Polisario ganase?

R. Los partidarios de Marruecos en el Sáhara estarían expuestos a un genocidio y habrá que defenderlos. Marruecos se retirará, pero dejará a su gente los medios para sobrevivir asegurándoles su legítima defensa...

P. El significativo desarrollo económico de Marruecos estos últimos años ha estado acompañado de tensiones sociales en aumento. ¿Piensa que ha superado el cabo más difícil?

R. Hemos salido de las aguas costeras y nos aproximamos a alta mar. Pero seguimos en el barco. Es cierto que las tensiones aumentarán si Marruecos no atrae inversiones que creen empleo. No tenemos necesidad de meros inversores, sino de verdaderos socios, con transferencias de tecnología, intercambios de formación y creación de empleos.

P. La oposición ha criticado la insuficiencia de libertades y de respeto a los derechos humanos en Marruecos a pesar de la amnistía de julio...

R. Lo desmiento. El Consejo de Derechos Humanos, en el que todos los partidos están representados, ha aplaudido unánimemente las medidas tomadas. Ha contabilizado sólo once detenidos políticos, no cuatrocientos...

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