Un hombre con bata y fonendoscopio robado paseaba por el Severo Ochoa

No era la doctora Martínez. Era, pese a la bata -muy ajustada- y el fonendoscopio colgado del cuello, Francisco M. M., de 27 años y nueve antecedentes por robo. El hombre recorría con disimulo los pasillos del hospital Severo Ochoa, en Leganés, cuando el vigilante jurado le descubrió en la tarde del martes. Francisco manifestó con gesto de sorpresa -según informó la Jefatura Superior de Policía- que la bata y el fonendoscopio le habían sido proporcionados por una amiga para que "empezase a trabajar". Los agentes, sin embargo, descubrieron que habían sido sustraídos de la taquilla de una facultativa.Francisco M. M. pasó ayer a disposición judicial. La policía sospecha que su intención era robar psicotrópicos del hospital.