Arafat convence a Clinton de que acabará con Hamás
El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yasir Arafat, logró convencer al presidente de EE UU, Bill Clinton, de que está haciendo los mayores esfuerzos para acabar con el terrorismo del moviminto integrista Hamás de que su y compromiso con el proceso de paz no ha fiaqueado por la violencia de las últimas semanas. "Estoy satisfecho con las respuestas que he recibido", declaró Clinton, después de. entrevistarse ayer con Arafat en El Cairo.
"Arafat ha dicho que continuará haciendo todo lo que pueda para -combatir el terrorismo, específicamente a Hamás, y creo que intentará cumplirlo. Yo creo que comprende que Hamás es su enemigo ahora, que una vez que te conviertes en socio del proceso de paz, tienes que luchar por la paz. Creo que comprende eso y estoy satisfecho con la respuesta que he recibido, una respuesta firme y sin ambigüedades", dijo el presidente estadounidense en una conferencia de prensa.Yasir Arafat no estuvo presente en esa conferencia, en la que sí participó el presidente egipcio, Hosni Mubarak, con quien Clinton se entrevistó también en una reunión tripartita. Hubo un cierto conflicto protocolario que se reflejó en un pequeño lío con las banderas: mientras Arafat estuvo dentro del palacio Qebé, la enseña de la OLP ondeó junto a la de Estados, Unidos y Egipto. En cuanto el líder palestino dejó solos a Mubarak y Clinton, esa bandera fue retirada. Mubarak manifestó, por su párte, que "Arafat está muy decidido a poner fin a. la violencia de Hamás".
El Gobierno israelí se ha quejado de que la autoridad palestina (autogobierno) de los territorios de Gaza y Jericó no se ha empleado con suficiente energía contra la organización Hamás, responsable del atentado suicida de la pasada semana en Tel Aviv en el que murieron 23 personas. Bill Clinton explicó al respecto que "ha habido un creciente esfuerzo en las últimas semanas por parte de Arafat y de la autoridad de los territorios palestinos en ese tema", pero advirtió que "es imposible garantizar el 100% de éxito". "Lo que queremos es el 100% de esfuerzo y creo que es obvio que ese esfuerzo se está haciendo", añadió.
Clinton y Arafát hablaron también de la situación económica en los territorios ocupados y de la necesidad de aplicar por completo los acuerdos de principio firmados por la OLP y el Gobierno de Israel. En la entrevista no surgió, según fuentes estadounidenses, el tema del boicoteo por parte de la OLP al acuerdo de, paz entre Israel y Jordania. Funcionarios de EE UU restaron importancia a las- diferencias entre Arafat y el rey Hussein sobre el control de los lugares santos del islam en Jerusalén, y dijeron que eso no va a apartar al dirigente palestino del proceso de paz.
El presidente Clinton declaró que la aplicación de los acuerdos de paz entre palestinos e israelíes debe ejecutarse lo más rápidamente posible". Hasta ahora, de las seis áreas de gestión que los israelíes se comprometieron a transferir a los palestinos, sólo ha sido traspasada una, la de Educación.
Ello ha sido justificado, en parte, por la falta de recursos económicos de la autoridad palestina. Funcionarios estadounidenses dijeron que el presidente Clinton se había comprometido ante Arafat a presionar a los países donantes -principalmente las naciones árabes del Golfo- para que cumplan con: su oferta de ayuda económica. Como parte del proceso de consolidación de los acuerdos de paz, Clinton pidió también, la rápida celebración de elecciones dentro de los territorios ocupados.
El compromiso de mano dura de Arafat ante Clinton no afectó al movimiento de resistencia islámica, a juzgar por la respuesta del propio Hamás a la amenaza del primer ministro israelí, Isaac Rabin, de perseguirles hasta el final por la matanza de Tel Aviv. "Las amenazas de Rabin no nos asustan porque, en Hamás buscamos el martirio", señalaba el grupo en una carta abierta dirigida a Clinton desde Damasco de cuyo contenido informa Reuter. "Rabín será responsable de ampliar el campo de batalla y hay numerosos militantes de Hamás que pueden contestar duramente en cualquier parte del mundo a la que Rabin lleve la guerra".
Hamás, junto con otras tres facciones de la OLP, incluida la de Al Fata del propio Arafat, convocó ayer una huelga general en Jerusalén oriental y en CisJordania contra la firma de la paz entre Israel y Jordania. El llamamiento fue seguido en masa 37 colegios y negocios estuvieron cerrados. En Hebrón, unos 2.000 palestinos tomaron las calles y quemaron retratos del rey Hussein mientras gritaban consignas antijordanas. Las tropas israelíes dispararon al aire y lanzaron granadas laérimógenas contra los manifestantes.
Los habitantes palestinos de Jerusalén protestaban contra el acuerdo porque temen que así se permita a Jordania controlar el futuro de Cisjordania. "Estoy a favor de la paz con Israel, pero no a costa de los palestinos", comentaba un joven abogado palestino en un restaurante de Jerusalén a un contertulio israelí. "Para convencer al rey , Hussein, Rabin le ha vendido los derechos sobre Jerusalén, capital del pueblo palestino". Pero en Gaza y en Jericó, aunque hubo pintadas antijordanas, no hubo huelga.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.