Los populares esperan gobernar en la mayoría de las comunidades a partir de las elecciones de mayo

El Partido Popular espera un vuelco en las elecciones autonómicas del próximo mayo. Con la seguridad de mantener los Gobiernos regionales que ahora controla, pretende convertirse en primer partido al menos en otras seis. De las dos carpetas que hasta ahora han estado abiertas "por si acaso" sobre las mesas de los dirigentes, una, la de las elecciones generales, ha vuelto a los cajones y todos los esfuerzos se centran en la otra, la de las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. En el programa marco para los comicios locales los populares defenderán con carácter general la privatización de la gestión de los servicios municipales.El verdadero test político, según los populares, se dirime en el ámbito autonómico, donde está en juego un escalón de poder muy considerable. Los cálculos del estado mayor electoral de Génova, 13, la sede central del partido, son más que optimistas. Cuentan con mantener los Gobiernos de Castilla y León y Baleares y ganar al menos en otras siete comunidades: Cantabria, Valencia, Asturias, Murcia, Canarias, Aragón y Castilla-La Mancha, mientras la victoria se considera al alcance, pero no asegurada, en la Comunidad de Madrid, por una posible reacción del voto de izquierda.

Para el partido de José María Aznar, ganar no significa gobernar si no consigue la mayoría absoluta. Mientras el PSOE dispone de un aliado potencial en Izquierda Unida, la virtual eliminación del CDS del mapa electoral deja a los populares sin interlocutor para negociar coaliciones. La situación de la Comunidad de Madrid en 1991, cuando Alberto Ruiz Gallardón ganó, pero no pudo impedir que gobernase Joaquín Leguina gracias al apoyo de IU, puede repetirse en alguna comunidad.

Regionalistas

El PP espera dificultades de este tipo en Cástilla-La Mancha y Asturias, pero cuenta con conseguir una mayoría "suficiente" en Canarias, Murcia, Comunidad Valencia y Aragón. En estas dos últimas, el obstáculo pueden ser los partidos regionalistas, que le disputan el voto conservador. Según los populares, tanto Unión Valenciana como el Par pasan por un mal momento tras su alianza con los nacionalistas vascos del PNV para las elecciones europeas. En el peor de los casos, ambos son aliados potenciales con los que sería posible negociar para desalojar al PSOE.El equipo electoral, que coordina el vicesecretario general, Mariano Rajoy, celebra el miércoles su primera reunión, pero la precampaña está lanzada de antemano. En un intento de repetir la operación de las generales de 1993 y ganar al PSOE por la mano, el PP comenzará en noviembre la celebración de convenciones regionales para presentar a sus candidatos. Las previstas para el mes próximo son las de la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha y Canarias.

En las municipales, los responsables del equipo electoral del PP prevén un avance importante, pero irregular y "muy difícil de medir en términos generales". Consideran que por encima de las tendencias políticas influyen factores locales y el tirón de los candidatos. Sin embargo, el resultado en unas pocas grandes ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia resultará fundamental para fraguar una victoria o un mal resultado global.

El partido elaborará un programa marco municipal con algunas directrices generales, de aplicación en todos los ayuntamientos en los que consiga la mayoría. Entre los propósitos programáticos figurará ceder a empresas privadas la gestión de servicios municipales, una experiencia polémica que el Ayuntamiento de Madrid ha aplicado ya en algunos polideportivos, el Teatro de Madrid y los Servicios Funerarios. A cambio de un canon para las arcas municipales, la empresa se hace cargo del servicio y del cobro de las tasas.

Abaratar costes

Los populares sostienen que este sistema racionaliza la gestión, abarata los costes y mejora la calidad del servicio prestado al ciudadano, al tiempo que descarga a los ayuntamientos de exceso de personal y complejidades burocráticas. Por este motivo, se proponen convertirlo en bandera y extenderlo a todos los ayuntamientos en los que consigan la mayoría.Aunque la elección de candidatos no ha comenzado, la dirección maneja nombres con tirón popular para intentar mantener y consolidar la ventaja sobre los socialistas de las europeas de junio. Para Zaragoza, se baraja el de la diputada Luisa Femanda Rudi; para Málaga, el de la eurodiputada Celia Villalobos, y para La Coruña, el del presidente del Deportivo, César Augusto Lendoiro. En Madrid y Valencia repiten los actuales alcaldes, José María Álvarez del Manzano y Rita Barberá, mientras que para Sevilla, José María Aznar en persona está a la busca de un candidato que sustituya como cabeza de lista a Soledad Becerril.