Batalla a tiros en las 'favelas' de Río de Janeiro
La policía brasileña deja 13 cadáveres en un intento de capturar narcotraficantes
La policía de Río de Janeiro se lanzó ayer a la caza de narcotraficantes en las favelas (barrios de chabolas) de Río de Janeiro y dejó un reguero de 13 cadáveres. La intervención policial en busca de delincuentes organizados degeneró en un espectacular tiroteo en las favelas de Nova Brasilia.La batalla comenzó a las cinco de la madrugada, cuando los vecinos de Nova Brasilia todavía dormían, y se prolongó hasta poco antes de las tres de la tarde. Diez largas horas de estrépito y olor a pólvora.
Alrededor de cien agentes especializados del departamento de estupefacientes de la policía carioca invadieron las chozas sin ningún tipo de orden judicial. Los agentes, fuertemente armados, exigían a gritos la inmediata entrega de los miembros de cuatro bandas de narcotraficantes que operan en la favela, muy próxima al barrio de Bonsucesso, en pleno Río de Janeiro.
Terminado el tiroteo, a las tres de la tarde, los cadáveres de ocho vecinos yacían apilados en la plaza central de la favela, mientras que en las estrechas callejas aledañas se encontraron los cuerpos de otros cinco hombres.
Aunque algunos cuerpos todavía no habían sido identificados, la versión policial aseguraba que todas las víctimas eran narcotraficantes. Durante el tiroteo, un niño de tres años resultó gravemente herido al ser alcanzado en la boca por una bala perdida, mientras que un vecino y tres policías sufrieron heridas de menor gravedad.
Al caer la tarde, los habitantes de Nova Brasilia bloquearon una de las principales avenidas de la populosa zona norte de Río de Janeiro para protestar contra la violenta acción policial. Los manifestantes, que apedrearon e incendiaron un autobús, afirmaban indignados que varios de los muertos eran modestos trabajadores.
El gobernador de Río de Janeiro, el jurista Nilo Batista, respaldó anoche la operación policial, y afirmó que había sido cuidadosamente planeada para poner coto a la guerra entre bandas rivales de traficantes que luchan por el control de las favelas cariocas.
Un portavoz policial no identificado admitió que la operación constituía una redada para capturar a los traficantes que la semana pasada perpetraron varios ataques a vehículos de la policía y el sábado asaltaron una comisaría con modernos fusiles AR-15 y ametralladoras Uzi. Durante el asalto murieron tres agentes.
El episodio de ayer recuerda un hecho semejante ocurrido el año pasado, después de que un grupo de narcotraficantes ejecutara a cuatro soldados de la policía militarizada cerca de la favela de Vigario Geral. Pocos días después, compañeros de las víctimas asaltaron el barrio y acribillaron sin clemencia a 24 personas, entre ellas mujeres y ancianos.
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