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Entrevista:

"En Madrid, la corrupción llama más a tu puerta"

Con la obra El corrupto impecable. Fechorías de una víctima del hada Gorrina, el humorista Javier Capitán, de 32 años, ha ganado la sexta edición del Premio El Papagayo, de la editorial Temas de Hoy. La buena noticia la tiene desde hace tiempo; le han sobrado muchos días para fundirse en obras de arte los tres millones de pesetas del premio (menos descuentos). Hoy, que ya no le queda ni un duro de recuerdo, rememorará las delicias del ganador con la fiesta de entrega de los premios que tendrá lugar en una discoteca de Madrid. La cita sería un éxito de convocatoria si también se presentaran Jorge Alberto, Olegarío, el guía turístico desastroso, el poeta angoleño analfabeto que manipula a Alfonso Guerra, Seju Karajote o Felipe González, Narcís Serra, Adolfo Suárez, Solchaga o Vargas Llosa, como ejemplo de los personajes con los que se ceba en la radio.Pregunta. Usted vino a Madrid para comercializar los lubricantes y gasóleos de Repsol.

Respuesta. Sí, terminé en la subdirección de marketing estratégico hasta que se me hizo incompatible con mi otra actividad en la radio. Así que, aun con la posibilidad de volver algún día, lo tuve que dejar.

P. Hable del título de su libro, ¿puede haber un corrupto impecable o es un ser impresentable por naturaleza?

R. Lo es por definición. Pero el protagonista de mi libro se plantea, ante todas las cuestiones de la vida, cómo conseguir cosas por una vía sospechosa, aunque sea más fácil de cualquier otro modo. Esa es la impecabilidad del corrupto a la que me refiero.

P. Todo lo que toca la corrupción se vende bien.

R. Supongo que sí. El librito éste lo único que muestra es que quien más o quien menos en un bar te mete los calamares de hace dos días o te engaña en el taxi. Hay un grado de deshonestidad que más o menos está socialmente aceptado.

P. ¿Qué deshonestidad ligera ha cometido usted?

R. Yo supongo que alguna vez habré invitado a comer a un amigo con cargo a la cuenta de mi empresa; deshonestidades de las otras ya no, sólo en el terreno de las tentaciones con Hacienda.

P. ¿Abundan los corruptos en Madrid?

R. Bueno, de aquí salió Roldán, aunque es aragonés, o Mario Conde, que tampoco es de Madrid... El madrileño no es en sí mismo corrupto pero sí es verdad que en una gran metrópoli, como es esta ciudad, existe una gran adoración por el éxito y el dinero; la corrupción llama más a tu puerta...

P. Vaya, que es un caldo de cultivo para los listillos...

R. Los corruptos tienden a situarse cerca de los sitios donde se toman decisiones y se mueve dinero aunque, en contrapartida, tienen a más gente pendiente de ellos.

P. Hay ya un largo matrimonio entre Figuerola Ferretti y Javier Capitán.

R. Sí, llevamos cerca de nueve años juntos; éste es el primer año que hacemos cosas por separado. La novela, para mí, tiene valor sobre todo como forma de demostrarme que yo solo también puedo hacer cosas que funcionan.

P. Para llevar a cabo sus imitaciones usted debe tener buen oído, ¿no?

R. Sí, incluso podría haber cantado bastante bien un repertorio más clásico que ligero.

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