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Flores, luz, amor... y OTI

Argentina ganó, pero Valencia puede repetir como sede

Valencia ya no sólo es la tierra de las flores, dé la luz y del amor; también es la tierra de la OTI, festival, de la canción. Por tercera vez, la ciudad del Turia acogió a los 24 representantes musicales de Latinoamérica durante dos intensas jornadas de canciones, pelucones, modelazos y rancios mensajes de paz y amor. El ventrílocuo y empresario José Luis Moreno actuó como director del certamen, Ana Obregón, y Francisco fueron maestros de ceremonias y una fuente cibernética en el decorado se presentó como el último adelanto en decoración televisiva. España, ganadora tres años consecutivos, quedó segunda y estuvo a punto de repetir la maldición con Cuestión de suerte -nunca mejor dicho-, interpretada por Ana María González, hermana de Francisco. Cuestión de casualidad. La vencedora fue Claudia Carenzio, de Argentina, con Canción despareja. No obstante, Valencia no ha perdido las papeletas para acoger la próxima OTI.El viernes arrancó la doble jornada del festival con una semifinal de cuatro horas, una decepcionante realización (el teatro Principal de Valencia no da para muchos movimientos de cámara) y la cautivadora colaboración estelar de Lola Flores. La Faraona, visiblemente emocionada, se decantó por bulerías democráticas ("canto y bailo al Rey de España y al más pobre del lugar") y se despidió con un mensaje que le salió del alma: "Bendita sea la Virgen de los Desamparados y Jesús de Nazaret, que han hecho que yo me ponga esta noche la bata de cola como un milagro de Dios".

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Dardos castristas

Desfilaron caballos, bailarines (la dirección de José Luis Moreno ha potenciado la presencia de exóticos y musculosos artistas), fuentes de inagotable caudal y mucho tronío de sabor hispano. Durante la final del sábado, el vestuario destacó por las gasas y las lentejuelas brillantes: María Vidal, tuvo a bien presentar la versión maxi-fallera del cacareado wonderbra. Entre las anécdotas intelectuales, un detalle: la presencia de Ecuador a mitad del concurso fue muy comentada por lo acertada y elemental.

Una clausura insufrible

La gala de clasura, como todas las de este tipo, resultó insufrible: Moreno aprovechaba los cortes publicitarios para agradecer al público su entrega y colaboración, siendo jaleado por el respetable con su grito de guerra: "Uuuuhh, uuu-uuhh, uhhhh! Desde las diez de la noche hasta la una de la madrugada, los espectadores de TVE-1 viajaron por la música de dos continentes hermanados por su debilidad por lo barroco.No cuajó la combinación de apuestas clásicas con moderneces variopintas: México envió a un grupo pop, Ecuador apostó por los hermanos Coen de la canción, y la República Dominicana rozó lo surrealista con la salsa de una joven con tutú rojo y bisutería tipo Rappel.

Conviene señalar la decepción causada por la falta de incidentes eróticos, en el sector presentadores: Aria Obregón mostró su anatomía de forma accidental durante los ensayos, pero el escote aguantó estoico durante las galas. Sólo ese percance tal vez la hubiera hecho callar.

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