Ardanza espera que el 'silencio etarra' en la campaña presagie su renuncia al terror
Mientras Xabier Arzalluz hacía profesión de fe nacionalista en Basauri, el lehendakari, José Antonio Ardanza, recorrió en la lluviosa mañana de ayer distintas localidades de la margen izquierda de la ría del Nervión, la zona más refractaria a la preponderancia del PNV en Vizcaya. Ardanza habló de la violencia en una posterior charla con periodistas en Portugalete y confió en que la ausencia de atentados de ETA en los 10 días de campaña, ya transcurridos sea consecuencia no de debilidad o impotencia de la banda armada, sino de que haya asumido el error de su "campaña colateral". Para Ardanza, este silencio puede significar el primer paso serio para que los terroristas renuncien a la lucha armada. "Renunciar a la lucha armada no es derrota ni rendición, sino aceptar que los tiempos cambian", apostilló el lehendakari.La banda armada no ha dejado pasar prácticamente ningunas elecciones, ya fuese al Parlamento de Vitoria, ya a otras cámaras, sin hacer su particular campaña a base de tiros y bombas. El presidente del Gobierno vasco se mostró esperanzado en que la próxima legislatura sea crucial para la desaparición del terrorismo, no porque los demócratas convenzan a los violentos, "sino porque se darán cuenta de que con esa postura tendrán menos apoyos".
El lehendakari Ardanza también espera que en la próxima legislatura se complete el desarrollo del Estatuto de Gernika y "así el PSE no se tenga que comer sus propias palabras, ya que fue este partido quien exigió al PNV ajustarse a una interpretación más moderada del estatuto".
El espejo del Ulster
También se refirió a la violencia etarra el candidato número tres del Partido Nacionalista Vasco por Vizcaya, José Antonio Rubalkaba, en el mitin de Basauri en el que precedió a Arzalluz en el uso de la palabra. Para Rubalkaba, Herri Batasuna lo que debe hacer prioritariamente es decir a ETA que deje de matar y dejar de mirarse en el espejo de la solución irlandesa a la violencia en el Ulster.Para el candidato peneuvista, Herri Batasuna se equivoca al asumir en esa imagen el papel de Gerry Adams -el líder del Sinn Fein- el brazo político del IRA, y quejarse de que no encuentran ningún interlocutor, como el papel que en el proceso irlandés tuvo John Hum. Según José Antonio Rubalkaba, lo que debe hacer la coalición radical abertzale es decir quién manda en ETA y "si algo quieren, ahí está Xabier Arzalluz".
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