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La Comunidad introduce las matemáticas en los cursos de corte y confección

El curso de corte y confección ahora se llama de diseño y moda e incluye clases de dibujo, matemáticas y estampación. Y el de cerámica requiere aprender lengua e historia del arte. Lo que eran unos talleres para adultos se han convertido en cursos completos de varias horas diarias durante cuatro o cinco jornadas semanales. Decenas de mujeres de Villaverde Alto han dirigido sus protestas contra el presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, por el empuje erudito que su consejería quiere dar a la educación para adultos en sus 22 centros.Ellas se reconocen como marujas, pero piden que se las conozca como pilares por el apoyo y sostén que representan para su familia. Las pilares reivindican actividades que puedan compaginar con sus tareas de amas de casa.

El manifiesto que explica su postura se titula Menos 'marujas' y más 'pilares' y explica: "Nosotras, las pilares, somos las que debemos ser las mejores economistas del mundo, las que cuidamos y hacemos de enfermeras de nuestros hijos, nietos, padres o suegros; las que luchamos, apoyamos y sufrimos con nuestros hijos discapacitados, las que no vamos de caza, pesca o fútbol; las que nos tenemos que poner a trabajar cuatro u ocho horas diarias y realizar todo lo anterior expuesto en nuestro dulce hogar... ", aducen en el escrito que las mujeres del centro de Villaverde Alto han remitido al presidente regional.

La directora de educación para personas adultas de la Comunidad, Aurora Ruiz, explica el motivo de los cambios: "Estos centros tienen que dar prioridad a los cursos de enseñanza básica porque son lugares de formación, no culturales o lúdicos". En cuanto a los cursos enfocados hacia el ocio, "se ha intentado que los alumnos salgan un poco preparados y con un diploma acreditativo, sin validez académica, de ahí el aumento de horas y días de enseñanza".

Las estudiantes adultas piden seguir acudiendo a estos centros: "Para realizar lo que nos gusta porque nos relaja, nos divierte, nos instruye, nos hace sentir bien y queremos tener nuestras horas de ocio". En uno de los últimos párrafos de la carta, que han mandado fotocopiada a puñados a Leguina, le recuerdan: "Las manos que nos dio Dios para fregar, limpiar y cocinar, además sirven para votar".

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