Malestar po la retirada de 400 policías de las comisarías
El traspaso de 400 agentes de las comisarías de distrito a la unidad encargada de dar protección a embajadas y otros edificios ha causado un profundo malestar entre los jefes de las comisarías. La medida les supone a cada uno de ellos la pérdida de 20 funcionarios, que de esta forma dejan de patrullar por las calles e investigar pequeños delitos. La Dirección General de la Policía afirma que la medida es "provisional", aunque varios comisarios creen que puede durar dos meses.La polémica orden emanada de Interior es consecuencia de la práctica disolución de la Brigada Central de Protección, tras ser devueltos a sus plantillas de origen los policías que ahora estaban agregados a la misma. Con ello se pretende ahorrar los gastos de dietas que suponía mantener en Madrid a centenares de policías de otras provincias.
Desde hoy, cada comisaría de distrito deberá aportar suficiente personal para la seguridad de las embajadas, edificios oficiales y personalidades que vivan en su zona. Tal misión la desempeñaba hasta ahora la Brigada Central de Protección. Pero la medida ha sido puesta en marcha sin que previamente se hayan aumentado las plantillas de las comisarías, lo que ha originado una tensa situación en el cuerpo,
Federico López Ferrer, portavoz de la Unión Federal de Policía, expresó ayer su "rechazo frontal" a esta medida y anunció que este sindicato prepara medidas de presión si no se revoca.
El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, dijo ayer que "no es bueno" que disminuya la presencia policial en las calles "porque todos los policías son pocos para vigilar una ciudad tan compleja como ésta". Recuerda que el delegado del Gobierno, Arsenio Lope Huerta, se comprometió antes del pasado verano a incrementar en 1.000 agentes la plantilla de Madrid, lo que no ha cumplido.
Interior iniciará el próximo enero un plan de choque en Madrid y otras capitales para mejorar la seguridad ciudadana. Las comisarías se encargarán de proteger edificios y personalidades que vivan en su barrio, lo que afectará mucho a las de Chamartín, Chamberí y Buenavista.
