Televisa espera cerrar la compra de la cadena Tele 5 en 12 días
Guillermo Cañedo, vicepresidente del grupo mexicano Televisa, espera que su compañía tenga resuelta la compra de Tele 5 "en diez o doce días". Así se expresó ayer en conversación con este periódico. Sólo falta que los negociadores se pongan de acuerdo en "flecos" como las cuentas pendientes de cobrar y el valor imputable a la producción adquirida, que afectan al precio definitivo de la operación.
Admitió también que Televisa ha negociado con posibles socios, pero no confirmó ni desmintió los nombres sobre los que se ha informado días atrás: la CLT, la cadena canadiense Global y la francesa TF-1 -esta última controlada por la constructora Bouygues-, así como otros nombres españoles.
El Grupo Televisa, presidido por Emilio Azcárraga, es la empresa de medios de comunicación más grande de México y la mayor productora mundial de programas en español, con 42.000 horas realizadas en 1993. Se ha extendido ampliamente por América. Su canal Galavisión ha regalado 3.400 antenas parabólicas en España para incrementar la recepción.
Una ley imposible
Mientras en Tele 5 se extienden los nervios entre el equipo dirigido por Valerio Lazarov, el cierre de la compraventa se encuentra también pendiente de que Felipe González sea informado. Televisa no ha dado pasos en esa dirección, pero Silvio Berlusconi, ya casi ex dueño de Tele 5, ha anunciado que va a hacerlo, tras las críticas recibidas por haber violado la ley española de televisión privada. Berlusconi no es el único que incumple esa ley: también Banesto se ve ahora cogido en falta. Posee un buen paquete de Antena 3 Televisión y se ve obligado a quedarse con un 10% de Tele 5 al ejecutar un crédito no devuelto, pese, a que la ley impide a una persona física o jurídica ser dueño de más de una cadena.
Profesionales y empresarios de la televisión consideran prácticamente imposible cumplir los topes que marca la ley actual. Los dueños son los que son, pero las responsabilidades por las pérdidas de Tele 5, por ejemplo -varios miles de millones de pesetas al año- se diluyen en una maraña de testaferros.
