Las centrales nucleares españolas han parado por problemas técnicos 180 veces desde 1988
El tiempo operativo de las instalaciones es superior al de otros países
EQUIPO DE INVESTIGACIÓN-EL PAÍS. Las centrales nucleares españolas han tenido que detener su actividad en 180 ocasiones por incidentes imprevistos desde 1988, primer año en que estuvieron en pleno funcionamiento los diez centros construidos. Además, el Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) abre anualmente una veintena de expedientes por supuestas sobredosis registradas en las más de 4.000 instalaciones radiactivas existentes. El CSN o empresas afectadas insisten en que apenas hay peligro, pero estos días han saltado a la actualidad dos casos no controlados adecuadamente: el de Zorita y el de la antigua Fábrica de Uranio de Andújar.
El año pasado, los nueve reactores nucleares en marcha -Vandellós I dejó de funcionar definitivamente en 1989 por un incidente grave- registraron 18 paradas imprevistas, al margen de la programadas para recargas de combustible, según el CSN. Sólo en Vandellós II, por ejemplo, hubo cinco paradas imprevistas.El caso de la Fábrica de Uranio de Andújar (Jaén) ha sido actualidad al reconocer la Junta de Andalucía como bajas laborales las de los empleados de la empresa. 35 de ellos han muerto de cáncer y otros tantos padecen diversas lesiones. La fábrica dejó de funcionar en 1981.
El 5 de agosto de 1993, una anomalía registrada en Zorita (Guadalajara) perturbó los sistemas de seguridad. El 24 de diciembre, se declaró prealerta de emergencia en Almaraz por un incendio en el transformador principal, hecho que se comunicó con retraso al CSN.
Tres paradas al año
,En los últimos seis años, cada central ha registrado una media anual de tres paradas no programadas, pero la diferencia entre unas y otras es sintomática. Así, Trillo (Guadalajara) sólo ha registrado 10 paradas imprevistas desde 1988, mientras en Vandellós II se produjeron 40, la mitad de ellas en ese año inicial de su plena actividad, época en que se producen más paradas por problemas de ajuste.
Pese a todo, tanto el CSN como las empresas explotadoras de las centrales y los grupos ecologistas señalan que la media de paradas imprevistas en España suele ser algo inferior a la media mundial. De hecho, las centrales han estado en funcionamiento a lo largo de su historia el 78% del tiempo total posible, mientras en Francia, por ejemplo, el porcentaje suele estar por debajo del 65%, que es la media mundial. Bélgica (82,3%), Suiza (82,1%) o Finlandia (83,5%) recogen cifras más favorables que la española.
En 1992 y 1993, el tiempo operativo -llamado factor de carga- de las nucleares españolas incluso se ha elevado por encima del 90%. Sin embargo, el número de paradas imprevistas, aunque ha disminuido, ha sido notable en comparación, por ejemplo, con Estados Unidos. En esos dos años, los nueve reactores nucleares españoles sufrieron un total 36 paradas imprevistas (una media de cuatro por cada sistema), mientras que las 72 de similares características en EE UU registraron 184 paradas (poco más de 2,5 por cada reactor), según la documentación oficial consultada al respecto.
Buen funcionamiento
Para el CSN, los datos españoles demuestran el buen funcionamiento de las centrales españolas. Aunque el número de paradas imprevistas es elevado, en el CSN afirman que se trata de "una prueba de que funcionan bien", porque saltan los sistemas de parada automática ante cualquier contingencia prevista.
Para los ecologistas, es un síntoma de que los niveles de seguridad en España son más bajos que en otros países, donde los sistemas de emergencia saltan ante incidentes de menor relieve. Carlos Bravo, de Greenpeace, o Francisco Castro, de la organización Aedenat, señalan que Ias paradas no programadas son las pruebas de que algo no ha funcionado bien".
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