Clinton estudia nuevas represalias contra Irak como precio de la crisis

El presidente norteamericano, Bill Clinton, estudia exigir a Sadam Husein que retire sus tropas al norte del paralelo 32, creando, así una zona de exclusión terrestre en el sur de Irak, vedado ya a la Fuerza Aérea. El despliegue estadounidense proseguía ayer, pese a que, aparentemente, las tropas iraquíes se retiraban de la frontera con Kuwait. Así lo aseguraba el régimen de Bagdad, lo atestiguaban algunos periodistas occidentales destacados en el área y comenzaba a admitirlo al caer la noche el propio jefe del Estado Mayor de EE UU, John Salikashvili.

Dos mil marines y otros 1.600 soldados se han desplegado ya en territorio kuwaití. Otros 36.000 están en camino y 155.000 más se hallan en estado de alerta. Casi 700 aviones y helicópteros acompañan el despliegue humano.El anuncio de la retirada iraquí no ha detenido el impresionante dispositivo militar estadounidense. La cuestión ahora es si Clinton decidirá o no dar una lección a Sadam para que no vuelva a lanzarse a nuevas aventuras bélicas. Los estadounidenses tienen dos opciones en estudio: un golpe preventivo desde el aire o fijar una zona de exclusión terrestre, además de la aérea ya en vigor, al sur del paralelo 32. Irak ha pedido a China y Rusia que supervisen su retirada militar. El presidente ruso, Borís Yeltsin, parece decidido a desempeñar un papel activo en la resolución de la crisis y ha enviado delegaciones diplomáticas a Kuwait y a Irak.