Degollado un francés en Argelia al reanudarse los ataques contra extranjeros
El cuerpo de un súbdito francés, Jean-Pierre Manière, de 59 años de edad, apareció ayer degollado a una treintena de kilómetros de Argel, en la localidad de Hamadi. Con este asesinato se rompe una tregua aparente que el Grupo Islámico Armado, la principal y más radical organización armada integrista argelina, había decretado tras el asesinato el pasado mes de agosto en Argel de cinco residentes franceses.
Jean-Pierre Manière, ingeniero de profesión y afincado desde hace más de una década en Argelia, había sido secuestrado cuatro días antes en la localidad de Meftá, a unos quince kilómetros de la capital, donde mantenía su residencia. Este ciudadano, al parecer, había desoído los consejos dados por las autoridades francesas, que le habían recomendado en los últimos meses cambiar de domicilio y abandonar la región, una de las más conflictivas de Argelia, controlada por los grupos integristas armados y bautizada con el sobrenombre de triángulo de la muerte.Las circunstancias que rodearon a su secuestro y el lugar donde éste fue efectuado provocaron la inmediata inquietud de las autoridades francesas, las cuales ayer temían ya un fatal desenlace. A media mañana, los temores se vieron plenamente confirmados y el hallazgo del cadáver fue anunciado en un lacónico comunicado de la agencia oficial argelina APS. Con esta muerte se eleva ya a 62 el número de extranjeros asesinados en esta república magrebí en los dos últimos años. Entre todas estas víctimas, el número de franceses se eleva a 18.
El pasado jueves, el ministro de Asuntos Exteriores, Alain Juppé, había declarado a la prensa en París que los ciudadanos franceses que quedaban en Argelia estaban "muy expuestos" y añadió que esto "es muy inquietante y angustioso". En Argelia permanecen sólo ya un millar de ciudadanos franceses, a los que hay que añadir otras 40.000 personas con la doble nacionalidad. El número de españoles no supera los 250.
Éste es el primer asesinato perpetrado por el GIA contra un extranjero, desde el pasado 4 de agosto, fecha en que cinco franceses fueron tiroteados y muertos en el recinto de unas viviendas en la zona alta de la capital. Con este asesinato se rompe una tregua aparente que parecía haber decretado el GIA en su espiral xenófoba y que parecía dispuesta a respetar la nueva dirección político-militar del grupo armado, a la cabeza de la cual se encuentra el ex dirigente del Frente Islámico de Salvación Mohamed Said.
Este asesinato se produce en vísperas del juicio que se celebrará en Argel contra una veintena de militantes integristas, entre ellos una mujer, supuestamente implicados en el secuestro de tres agentes consulares franceses, el pasado mes de septiembre. No se descarta que este asesinato sea una advertencia a los jueces del caso.
Ayer, coincidiendo con este asesinato, el, periódico gubernamental El Muyahid publicaba una información en la que aseguraba que un ciudadano de nacionalidad marroquí, Mohamed A. B., conocido con el sobrenombre de Islam, se encuentra implicado en el secuestro de los tres agentes consulares franceses. El periódico argelino aseguraba que esta información había sido revelada después de una larga investigación policial que determinó la detención de los 20 acusados. Según confesiones del súbdito marroquí, el secuestro de los tres franceses había sido ordenado por el emir o jeque Brahim, uno de los adjuntos de Tayeb El Afgani, quien con sus milicias clandestinas controlaba el barrio de Bab El Ued.
Por otro lado, cuatro policías resultaron muertos y un quinto herido en la mañana del jueves en Miramar, al oeste de Argel, en un enfrentamiento con un comando integrista, según informó Ayer el diario Liberté.
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