Las llaves del coleccionismo

La única llave firmada que existe en el mundo está en la V Feria Nacional de Coleccionismo, que tiene lugar en el centro cultural del Conde Duque, pero no está a la venta. "¿Ha visto alguna vez una firma en una llave?", pregunta Jaime Ordovás, aviador y recolector mundial de llaves. "Imposible, porque ésta es la única", afirma. Efectivamente, se puede leer Leoncio en la pieza del siglo XVII, que está guardada cuidadosamente en una vitrina.El miércoles se abrieron las puertas de la feria al público no especialista. Los 70 expositores venidos de todo el país han amontonado sobre sus mostradores, como sardinas en lata, pinceles, postales, navajas, tulipanes, pestañas postizas, muñecas de porcelana, fotos autografiadas, dedales, anillos, juguetes de hojalata. También balas, pistolas, cuchillos y dagas. Un arsenal antiguo completo. Los muebles, las lámparas de colgar y las arcas están prohibidas porque no forman parte del arte del coleccionismo.

"El coleccionismo es como una terapia. Da paz, sosiega la vida y enseña tenacidad", declara Félix Moneo, director de la feria y de la Asociación de Coleccionistas de España. Gran parte de sus autógrafos favoritos están colgados en la planta superior del Conde Duque, en la muestra no comercial: el más curioso es una partitura musical dibujada y firmada por el compositor Enrique Granados. "Es una melodía inédita", asegura Moneo. En la minipartitura, Granados sólo atinó a escribir una decena de notas.

La feria ha alcanzado su quinta edición con el propósito de difundir el coleccionismo. "La vida se convierte en un asombro permanente y aprendes algo de historia con cada pieza. Qué tristes deben de ser los días de quienes no coleccionan nada", reflexiona Moneo mientras ordena unas extrañas y siniestras llaves de ataúdes. Junto a sus autógrafos hay parte de un museo malagueño del juguete antiguo , unas linternas mágicas del director de cine Basilio Martín Patino y los carteles de películas de los años treinta del actor Lucio Romero.

El comercio de la planta baja convirtió ayer al Conde Duque en un bazar confuso, lleno de compradores que sacaban del bolsillo monedas de cinco duros para llevarse una postal antigua o fajos de billetes de 10.000 pesetas. Como uno que mantuvo a rajatabla su anonimato y que pagó casi sin regatear las 25.000 pesetas que le pedían por un juego de llaves navarras del siglo XV. "No colecciono, busco cosas raras", comentó escuetamente. También se llevó un mapa de Burgos del año 1550. No quiso revelar si sus raíces estaban relacionadas con esta ciudad.

Los cascanueces, similares a los terroríficos sacamuelas antiguos, se vendieron ayer como rosquillas. Natalia vendió tres en menos de media hora y los rebajó de 3.000 a 2.5óO pesetas.

En la colección que Ernesto Domínguez ha traído a la feria destaca la afición de Dionisia por escribir postales. a su amiga Amparo, que vivía en la calle de Colón, 11. Educada, Dionisia se despide en 1907 con la siguiente fórmula: "Afectos, a tu respetable papá y a tu- buena mamá. Y para ti, un beso de esta amiga".

V Feria del Coleccionismo. Centro Cultural del Conde Duque (Conde Duque, 9-11). Jueves 6 y viernes 7, de 10. 30 a 14.00 y de 16.30 a 2 1.00. Sábado 8 y domingo 9, de 11.00 a 21.00.