Muerte de un ciclista

A mediados de septiembre una noticia conmocionó la opinión pública. Cuatro ciclistas habían sido brutalmente atropellados. Todo son reflexiones y buenos propósitos, pero... ¿cuántos de esos buenos deseos y propuestas de solución se llevarán a la práctica? Éste es el punto de partida que me da pie a expresar por escrito todo el dolor que contengo, ya que yo también soy víctima de la carretera.El pasado 25 de junio, a las 8.30 horas, en la variante de la C-246, en el kilómetro 42,800, mi esposo, Antonio Lapuente Ruiz, asiduo practicante del ciclismo, fue atropellado y muerto por un vehículo a motor. De ese modo él también entró a formar parte de ese número frío y doloroso que forma la familia. de los ciclistas muertos.

Transcurrido el agobiante y caluroso verano, y con la amargura de ser una esposa dañada y buscando la forma de que mi dolor no sea estéril, sino, por el contrario, dé frutos de convivencia y de respeto, me propongo como meta la llamada a todo ciudadano cívico para que se adhiera a la campaña Por una carretera digna y segura para los ciclistas, con el fin de lograr la convivencia en la carretera. Para ello me comprometo a hacer llegar a los estamentos responsables de la seguridad vial la demanda de "un carril adicional para los ciclistas".-