El jefe de la policía de Haití dice que huyó a la República Dominicana para "servir a la causa de la paz"
ENVIADO ESPECIAL "Entre el deshonor y la retirada he escogido esta última con la esperanza de que sirva a la causa de la paz en Haití" asegura el ex jefe de policía, Michel Franços, refugiado desde el martes en la República Dominicana, en una misiva personal dirigida al jefe del Ejército y de la junta militar, Raoul Cédras. En ella, además de renunciar a su cargo, Franços critica la "perversión de los ideales del 30 de septiembre" (fecha del golpe de 1991). "La historia tendrá mucho que reprochar a nuestra generación", dice. El Gobierno legítimo, entre tanto, se ha movido con celeridad nombrando al coronel Joseph Lessage, nuevo jefe de la Policía.
Los otros dos miembros de la Junta, Cédras y su jefe de Estado Mayor, Philippe Biamby, acompañados de la cúpula militar, sin dar síntomas de debilidad, extremadamente serios y de uniforme, se presentaron ayer en el patio del Hospital Militar para dar mayor boato al entierro de los diez policías haitianos abatidos. el 25 de septiembre por una patrulla de marines en Cabo Haiiano.
Es la segunda vez que son enterrados, en diez. días. La primera., con. excesiva prisa, corrió a cargo de los ocupantes, poco después del incidente. La segunda, purificadora, sirvió para blandir un hilo del orgullo nacional. Bajo un calor tórrido, los féretros, cubierto! de diez impolutas banderas nacionales azules y rojas, penetraron acompañados de banda de música en la tierra del patio del Hospital, inaugurando así una especie de panteón de héroes de la invasión. Emoción, pena, histeria, gritos: el luto riguroso de los hombres mezclado con rostros negros y un mar de uniformes. El coronel Carl Dorelien, fiel a Cédras, fue el encargado de hablar por todos. Y aprovechó para culpar del "asesinato" a las tropas norteamericanas.
"Cada día que pasa, Emil Jonassaint [el presidente-títere, que también acudió al re-entierro] tiene un papel más irrelevante; esperemos que lo entienda y facilite una transición pacífica", dijo ayer el portavoz de la Embajada de EE UU en Haití, Stanley Schager. "Jonassaint no estará en el palacio presidencial el día en el que regrese Aristide". Y añadió que aún no hay planes de sacarle por la fuerza de allí. El Parlamento declaró anoche iegal el Gobierno de Jonassaint, y devolvió sus funciones al de Robert Marval, el primer ministro dimisionario de Aristide.
En la ciudad de Cabo Haítiano, al norte del país, un partidario del régimen golpista embistió con su vehículo a un grupo de manifestantes favorables al presidente constitucional y provocó heridas a nueve personas. Fuentes sin confirmar aseguran que en el incidente se registraron dos muertos.
Las tropas estadounidenses siguen realizado saltos en diversos puntos de la ciudad acompañados de ruidosos helicópteros, en pos de paramilitares (attachés). El resultado de las últimas horas es decepcionante: dos detenidos y tres armas capturadas. "No temenos planes de registrar coche por coche o casa por casa, como en Somalia; pero es una opción", aseguró el coronel Barry Willey, portavoz de las tropas estadounidenses.
Michel Lewin, uno de los principales asesores de Aristide, quien ya se encuentra en Puerto Príncipe, reconoce que el irresoluto problema de los attachés es la principal amenaza con la que se enfrenta el presidente legítimo. "Aún no hemos alcanzado el nivel de seguridad deseable", advierte. Sobre la huida de François se, muestra escéptico: "Que yo sepa no ha dejado la lista de todos los matones".
El ministro español de Exteriores, Javier Solana, aseguró ayer en el Congreso que España participará, si así se le solicita, en "las fuerzas de la ONU que se pondrán en marcha en las próximas semanas para sustituir en Haití" a la actual fuerza multinacional dirigida por Estados Unidos, informa Ignacio Cembrero.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.