Solbes afirma que no se siente "identificado" con el pronóstico del FMI sobre las pensiones en España

El ministro de Economía, Pedro Solbes, introdujo ayer una buena dosis de racionalidad en el debate sobre las pensiones españolas. "Cada país concreto tiene sus particularidades y debe buscar las soluciones de acuerdo con sus propias características", dijo el ministro. El titular de Economía y Hacienda afirmó que no se siente "identificado" con el pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI) cuando señala que el sistema español es "insostenible". Solbes mostró su desacuerdo con las opiniones vertidas por expertos del FMI y el Banco Mundial.

La caja de los truenos la abrieron el pasado domingo cuatro técnicos del Fondo al afirmar que el sistema español de pensiones no tiene ningún futuro. "O habrá que reducir las prestaciones, o habrá que jubilarse más tarde o habrá que aumentar las cotizaciones", dijeron. Al mismo tiempo, pidieron más flexibilidad laboral. Un estudio al día siguiente del Banco Mundial en el mismo sentido colmó el vaso. Y las reacciones no se hicieron esperar. Había estallado la guerra entre la Administración española y el Fondo Monetario Internacional.Ayer Solbes puso orden en este maremágnum. "Creo que nos estamos complicando con un debate extemporáneo, que además nos desvía de algo que tenemos bien planteado desde hace tiempo, y que no hace referencia a las pensiones sino a la financiación de la Seguridad Social en nuestro país, y para lo cual se constituyó una ponencia en el Congreso que emitirá su punto de vista a lo largo de este año", dijo el ministro. Hasta entonces, Solbes descartó cualquier tipo de medidas sobre el sistema de pensiones, como también descartó normas adicionales en la reforma laboral. "No tiene ningún sentido introducirlas", dijo, "hasta ver el desarrollo de las actuales".

¿Cree que el Fondo hablaba con conocimiento de causa cuando se refirió a las pensiones y el mercado laboral en España? "No hay que dar mayor importancia a un estudio que la que tiene", contestó Solbes a la prensa tras pronunciar su discurso en la asamblea anual del Fondo y de Banco Mundial. "Pero desde luego", añadió, "no es el diagnóstico de nuestra situación". ¿Las reacciones a lo que se ha dicho en Madrid son exageradas? "Ni más ni menos exageradas que las reflexiones de este foro", concluyó el ministro. Ayer, EL PAÍS intentó sin éxito ponerse en contacto con los técnicos del FMI que hicieron las declaraciones sobres las pensiones y el mercado de Trabajo en España.

Solbes aprovechó su discurso en la asamblea para anunciar "nuevas liberalizaciones y nuevas privatizaciones en el futuro inmediato". De ellas, la más próxima será la de las telecomunicaciones, pero dijo no renunciar a la liberalización de los colegios profesionales ni a la del suelo.

El ministro ocupó los escasos diez minutos de su intervención en explicar los objetivos de la política económica española. "Toda ella está orientada a remover los obstáculos a la generación de puestos de trabajo y a incentivar la economía productiva y la inversión creadora de empleo". El objetivo último, según dijo el ministro, es que "España pueda pasar a formar parte, desde el principio, de la plena unión económica y monetaria".

Ya fuera de la asamblea, Solbes realizó un pequeño análisis sobre el transcurso de las reuniones del Fondo y el Banco en Madrid. Destacó el crecimiento generalizado de la economía, el peligro que encierra para la recuperación el alza de los tipos de interés a largo plazo, y afirmó la necesidad de reducir los déficit públicos y estar vigilantes en cuanto a la inflación.

Sobre los incidentes protagonizados el martes en la inauguración oficial, cuando miembros de Greenpeace desplegaron pancartas y tiraron falsos dólares en presencia de los Reyes, Solbes comentó: "El Banco Mundial y el FMI han puesto de relieve que aceptaron acreditaciones de las ONG dentro de unas reglas de juego que, desgraciadamente, no se han cumplido".