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"Para conservar la salud mental, no dirijo mucha ópera", afirma Eliahu Inbal

El director israelí interpreta la 'Novena' de Mahler con la Sinfónica de la NHK

Al director israelí Eliahu Inbal (Jerusalén, 1936) le llueven las ofertas. Ocho orquestas de diferentes países quieren ficharle como director titular. Pero tras 16 años al frente de la Sinfónica de la Radio de Francfort, Inbal desea planificar su vida profesional sin ataduras. "Hago sólo lo que me gusta y si no dirijo más ópera es para mantener intacta mi salud mental", afirmó anteayer en Barcelona. Inbal, que inauguró la temporada de Ibercámera al frente de la Orquesta Sinfónica de la NHK de Tokio, interpretó anoche la Novena de Mahler en el Auditorio Nacional de Madrid.

Elialiu Inbal, uno de los mejores intérpretes de Mahler en la actualidad, rechaza sistemáticamente las ofertas que recibe para convertirse en director titular de orquestas de Europa, Estados Unidos y Japón. Convirtió a la Sinfónica de la Radio de Francfort en una de las mejores orquestas de Alemania y desde que abandonó su titularidad, en 1990, recibe continuas ofertas, tanto de orquestas de primera fila, como la Philharmonia de Londres, como de conjuntos de menor prestigio. Hace años, la Orquesta Nacional de España intentó ficharle, pero no llegaron a un acuerdo. La Orquestra Simfònica de Barcelona y Nacional de Catalunya (OBC) tampoco lo ha conseguido.

"En estos momentos no deseo perder mi libertad convirtiéndome en titular de ninguna orquesta. No me interesa", explicó el músico israelí. "Con la OBC estoy dispuesto a comenzar una relación regular, dirigiendo algún ciclo de conciertos. Y creo que es un buen comienzo", añadió. Aunque dirige regularmente a orquestas de primera fila, Inbal confiesa que prefiere trabajar con conjuntos considerados de segunda fila. "Cuando diriges como invitado una orquesta como la Filarmónica de Berlín, tienes pocos ensayos y difícilmente puedes imponer tus ideas, pero con orquestas menos famosas puedes invertir el tiempo que sea necesario para conseguir tu interpretación".

Director exigente

Inbal pone en duda el concepto de profesionalidad que tienen algunas orquestas de élite. "A_veces entienden que ser profesionales es no perder el tiempo y prefieren un director que vaya directo al grano y que no les complique la vida".El director israelí, que actualmente trabaja con grandes orquestas como la Sinfónica de Viena, la Nacional de Francia y la NHK de Tokio, asegura sin" embargo que prefiere otro sistema de trabajo. "El trabajo enriquecedor se consigue a base de ensayos' enseñando a los músicos, pero también aprendiendo de ellos. El aprendizaje no termina nunca. Un director de orquesta de 60 años es un bebé, a los 70 es un muchacho y a los 80 es un adulto", afirma.

Tiene fama de ser exigente y duro con los músicos, pero él prefiere considerarse "severo". "La violencia es necesaria en el arte, un tipo de violencia suave para imponer tus criterios y, al tiempo, conseguir que los músicos den lo mejor de sí mismos", dice el intérprete de Mahler.

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