Las "plazas basura"
Somos un par de licenciados basura (filóloga y filósofa, respectivamente).Nos resulta indignante la denominación que su periódico ha dado a las plazas que faltan por cubrir en las distintas universidades de la Comunidad de Madrid (mayoritariamente en distintas ramas de Filología y Filosofia), llamándolas plazas basura (EL PAÍS, edición de Madrid, jueves 22 de septiembre de 1994).
Esta semana, en otro diario de importante tirada, se les llamó saldos. "Sobran los saldos", decía textualmente.
Una sociedad que se permite utilizar apelativos tan despectivos para referirse a ramas del saber humano tan importantes como la filología (no olvidemos que el lenguaje es nuestro más importante camino de acceso a la realidad) y la filosofía (reflexión crítica sobre esa realidad) debe ser ella, quizá, la que merecería el calificativo de basura.
No podemos imaginar que tal denominación se aplicase a las carreras de ciencias en el hipotético caso de que las que sobraran fueran sus plazas.
Que la sociedad actualmente no precise de nuestros servicios no quiere decir que nuestros estudios sean una basura.
Un cordial saludo desde nuestro vertedero intelectual.-