En defensa del puerto de Málaga
El motivo de este escrito es destacar el puerto de Málaga y sacarlo de la marginación en que se encuentra, puesto que el turismo tiene sus valedores -no se podría concebir el litoral costasoleño sin su consolidada imagen turística-; pero no sólo vivimos de él, y es necesario dedicar trabajo y atención a las demás fuentes de riqueza manteniendo izada, por supuesto, la bandera del turismo.En nuestro puerto se reciben, desde que se inició su actividad hace siglos, líneas regulares de buques de carga y de pasaje, siendo en 1992 cuando comienza en Málaga el tránsito de pasajeros con programas de desembarque o embarque de cruceristas -una modalidad del turismo de calidad- llegados por avión principalmente, tren o carretera para comenzar un crucero.Esta modalidad, practicada en otros puertos como Lisboa, Niza, Génova, Pireo, Venecia, Amsterdam, Copenhague, etcétera, al igual que Barcelona, incluye hoy día a Málaga, y, dado su éxito, se ha repetido en 1993, y en 1994 ha vuelto a crecer, anunciándose un sensible aumento para 1995; pero he aquí que, al no ser conceptuada Málaga "puesto de control de fronteras" de los países adheridos al acuerdo de Schengen, puede quedar excluida de esta modalidad del turismo. En cuanto a buques de carga, ha crecido ininterrumpidamente desde 1984, salvo en 1989 y 1993, con descensos inapreciables. Resulta incomprensible que su actividad se infravalore intencionadamente desde un ángulo político local, a no ser que se persigan unas directrices políticas que pretendan beneficiar a otros puertos de ciudades o capitales andaluzas, intentando hacer del nuestro un puerto lúdico, menospreciando una infraestructura construida con fondos públicos, para buques de gran calado, 10 metros en su dársena interior, y encima hacer la competencia a los puertos deportivos situados en los municipios costeros, de iniciativa municipal o privada: Banús, Marbella, Benalmádena, etcétera. Para el turista de calidad es mucho más atractivo el lugar conocido por Baños del Carmen, aparte de resultar de menor impacto medioambiental, tanto del lado de tierra como del mar, que la ubicación que somete de momento el PGOU a información pública.
Cuando se hace referencia a la Marina Port Vell, ubicada en el recinto portuario de Barcelona, y que se emplea como argumento para destinar como marina el uso de los muelles Ricardo Gross y Marqués de Guadiaro para este fin en el puerto de Málaga, se aprecia que las circunstancias son bien distintas, pues nuestra ciudad no tiene barrios viejos junto al puerto, como era la Barceloneta, que hubo que remodelarla aprovechando mejoras urbanas con motivo de las Olimpiadas; por otro lado, aquellas obras de conservación y embellecimiento en Barcelona no han impedido un desarrollo y ampliación continua de aquel puerto; por eso, lo que en este caso es digno de emular y gestionar en Málaga es la inversión en la modernización y ampliación, que sí genera riqueza y puestos de trabajo al activar y ofrecer un uso adecuado á las funciones de plataforma de transformación y nudo intermodal de comunicación en coordinación y complemento con el aeropuerto, Renfe y autovías.
En Málaga esperamos que se contemple una inversión de entre 40.000 y 50.000 millones de pesetas en el quinquenio 1995-1999, para lo cual se están gestando varios proyectos alternativos, pues el puerto de Málaga necesita disponer de una zona de actividad logística (ZAL) y formar parte del' frente portuario del Estrecho con el puerto de Algeciras. Presidente de la Asociación para el Estudio del Desarrollo Integral de Málaga.
