La policía sospecha que el homicidio del peluquero maniatado en una buhardilla tuvo un móvil sexual
El cadáver desnudo encontrado el viernes en la buhardilla del número 13 de la calle del Príncipe (distrito de Centro) ha sido identificado como Juan Carlos Pinto Martín, malagueño de 29 años. La víctima, peluquero y estilista, murió tras sufrir numerosos cortes en el cuerpo y en la cara producidos con un objeto punzante, que ayer aún no había sido descubierto. El fallecido tenía la cara ensangrentada y una mano atada al cuerpo con un pañuelo verde de seda (véase EL PAÍS de ayer). La policía sospecha que el crimen pueda tener un móvil sexual. Horas antes de la muerte se registró una fuerte discusión en la vivienda.El cadáver fue hallado a las cinco de la tarde por la portera del edificio, un viejo inmueble de paredes desconchadas y techo bajo. Los inquilinos escucharon durante la madrugada anterior una fuerte disputa -de voces masculinas- y el ruido de gente corriendo. "Tras una gran bronca oímos que alguien huía", narraba ayer Alfonso, el propietario de un hostal ubicado en el cuarto piso de la finca. Nadie, sin embargo, dio importancia a las voces y los ruidos.
Un portavoz de la Jefatura Superior de Policía especuló ayer con que el fallecido pudiera ser un travestido, debido a su aspecto. "Tenía las uñas largas y pintadas, el pelo rapado y la cejas depiladas. En el domicilio de la calle del Príncipe había varias pelucas" comentó el portavoz policial. Los agentes del grupo V de homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial sospechan que el crimen se produjo por "un móvil de tipo sexual".
Ausencia de indicios
Basan su hipótesis en que no han encontrado indicios que apunten a un posible robo. También han descartado que el caso esté relacionado con la prostitución.
El fallecido llevaba viviendo unos 15 días en la buhardilla, que era propiedad de una amiga, posiblemente la dueña de las pelucas. Según la descripción de un inquilino, "era un hombre extraño, de apariencia misteriosa, que vestía de negro y con botas inilitares". Durante su breve estancia en el inmueble, tan sólo una noche le llamaron la atención los vecinos. "Puso música de Beethoven [compositor clásico] muy alta, subimos a la casa y enseguida pidió disculpas y bajó el volumen", agregó este vecino.
Los padres de la víctima y sus hermanos, vecinos de Málaga, se desplazaron anoche a Madrid. El cuerpo permanecía ayer en el Instituto Anatómico Forense de Madrid, donde se le practicó la autopsia. Las diligencias las instruye el Juzgado de Instrucción número 30.
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