Pasqua supere un 'concordato' entre Francia y la fe islámica

El ministro del Interior francés, Charles Pasqua, lanzó ayer un alegato a favor de la integración del islam en una "República Francesa que está preparada para acogerlo". El ministro, un duro de la derecha muy poco popular entre la inmigración magrebí, vino a sugerir un "concordato" entre Francia y la fe islámica en su discurso inaugural de la gran mezquita de Lyon, una obra que ha costado 30 millones de francos sufragados en su mayoría por la familia real de Arabia Saudí. "Conviene tratar la cuestión del islam de Francia", dijo, "como una cuestión francesa, y no como una cuestión extranjera, o como la prolongación de un problema extranjero". "No debe haber simplemente un islam en Francia. Debe haber un islam de Francia", remachó el ministro, entre cuyas competencias figura la de velar por, la libre práctica de cultos.

Pascua ex-miembro de la Resistencia, gaullista en estado puro y uno de los hombres más influyentes en el actual equilibrio político, no se olvidó de las puntualizaciones: "Se da por supuesto que si empezaran a desarrollarse en nuestra comunidad influencias contrarias a nuestras tradiciones, a nuestros valores, a nuestra concepción de los derechos del hombre y de la mujer", advirtió, "eso no solo entrañaría un gran riesgo para la comunidad musulmana, sino también para la cohesión nacional en su conjunto, y eso no podríamos aceptarlo".

Pasqua lanzó en agosto una feroz campaña contra el extremismo islámico, basada en detener a casi todo el que luciera barba y piel cetrina. Nunca ha tenido reparos en utilizar cuando le conviene la expulsión automática de inmigrantes, sin juez ni amparo legal de ningún tipo. El mensaje de Pasqua a la comunidad musulmana, formada en Francia por unos cuatro millones de personas, fue más allá de lo qué se podía esperar, con sus menciones a un hipotético "concordato" y a un "islam de Francia", pero eso pudo deberse a la proximidad de las elecciones presidenciales.