Ben Bella cree que Argelia ha entrado en la vía para solucionar la crisis política

"Creo sinceramente que estamos en la vía justa para salir de la crisis", afirmó ayer, en una entrevista con EL PAÍS, el ex presidente argelino Ahmed Ben Bella, al referirse a la excarcelación de los líderes del Frente Islámico de Salvación (FIS) y al diálogo entre el Gobierno y la oposición. El histórico y único líder aún con vida de la revolución independentista de 1960 se halla en Madrid participando en un seminario sobre los embargos impulsado por la Organización de Solidaridad con los Pueblos, de Asia, África y América Latina (OSPAAL), el Club de Amigos de la Unesco y la Comisión Internacional de Investigación de los Embargos.

Apasionado en su verbo pero con la tradicional calidez árabe, Ben Bella, que ha pasado casi la mitad de sus 74 años entre la cárcel y el exilio, afirmó que la última iniciativa del presidente de la república, general Liamin Zeruel, de abrir el diálogo con la oposición se inspira en la idea que él mismo lanzó al regresar al país en 1990. "Era necesario un consenso y negociar con todos los partidos sin exclusión: el Ejército debe volver a los cuarteles y dejar que la sociedad civil se organice. Creo que es una actitud valiente, muy valiente, porque hay una parte de los militares que se opone a dialogar con el FIS. Zeruel es un patriota y me infunde gran respeto".Ben Bella, que en el diálogo con este diario se calificó de hombre de oposición como líder del Movimiento Democrático de Argelia (MDB) -un pequeño grupo que fundó en 1990-, afirmó, no obstante, que el régimen militar tiene que ofrecer mayores garantías de credibilidad en el diálogo y, entre Otras cosas, levantar inmediatamente el estado de semiarresto en el qué se hallan Abasi Madani y Alí Belhay, los máximos responsables del partido integrista. Admitió que existen fisuras dentro del régimen -la dimisión de la ministra portavoz es una señal- y una "seria oposición" a discutir con el FIS dentro de las Fuerzas Armadas, pero descartó un golpe. "No representan más que una minoría y puedo asegurarle que la mayoría de la población argelina está en favor del diálogo y la reconciliación".

Reconoció Ben Bella haber mantenido contactos con una y otra parte para ayudar a resolver la crisis y que está dispuesto a seguir haciéndolo. "Soy un poco el Jimmy Carter. argelino, aunque, en realidad, oficialmente no soy mediador. Nadie me ha llamado, pero es normal por haber sido el primer presidente del país y uno de los jefes de la revolución. En fin, que mi partido es la patria y le confieso que no tengo ambiciones presidencialistas". También admitió mantener periódicos encuentros con Hocin Ait Ahmed, el líder bereber del Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS), que se encuentra en el exilio bajo la amenaza de muerte de los islamistas. "Estoy convencido de que tarde o temprano volverá". Respecto al estallido bereber en la región norteña de la Kabilia, el jefe histórico de la revolución afirmó que los bereberes no buscan ninguna forma de separatismo, sino el reconocimiento de su identidad cultural y de su lengua tamazight".

Ben Bella confesó sentirse decepcionado por el papel que España está desempeñando en la crisis de su país. "No quiero mencionar nombres, pero sin duda debe, y aún está tiempo, de hacer una política mucho más dinámica y de acercamiento a los problemas reales del pueblo argelino".