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32 familias de 'okupas' de Fuenlabrada se enfrentan al poder de los subasteros

Un total de 32 familias que ocuparon hace años los pisos incabados por Pinto Fontán -ahora llamado Gómez Pinto Fontán-, el constructor de Nuevo Versalles en Fuenlabrada (155.000 habitantes), pretenden impedir mañana que los subasteros de los juzgados madrileños de plaza de Castilla pujen por sus pisos embargados. "Nos vamos a poner en la puerta y vamos a fastidiar el negocio de estos mafiosos para quedarnos con nuestras casas pagándolas de forma legal", anunciaron los okupas de Fuenlabrada.Las 32 familias de okupas Hevan preparando la cita de mañana desde hace bastante tiempo. Este colectivo, que se define como "grupo de curritos y humildes", llegó a Fuenlabrada durante la última década. Entraron a estas viviendas semiconstruidas en la urbanización gracias a los amigos que les hablaron de los pisos vacíos. Estos inquilinos arreglaron puertas, ventanas y azulejos, y tras una inversión media de un millón de pesetas se instalaron en las viviendas con la esperanza de comprarlas.

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Los 'okupas' pactan la compra de los pisos con el banco

VIENE DE LA PÁGINA 1Al poco tiempo de habitar las viviendas, los inquilinos supieron que los pisos fueron abandonados por un constructor, quien los dejó a medio edificar tras la quiebra de su promotora Family Club.

Según recuerdan los okupas, los pisos fueron levantados por Idesa, una de las constructoras subsidiarias de Pinto Fontán. Cuando el constructor se esfumó, parte de las viviendas pasaron a ser del Banco Hipotecario, que prestó a la inmobiliaria 625.000 pesetas que aún no ha recuperado.

Después de varios contactos con el Banco Hipotecario, los okupas han llegado a un acuerdo: si los subasteros no pujan por los pisos y el Banco Hipotecario se queda con ellos en la subasta, las viviendas serán adjudicadas por la entidad financiera a los inquilinos okupas del barrio de Nuevo Versalles.

Este consenso pasa, según los vecinos, por apartar del camino la especulación. Ahora el objetivo de estas familias es quedarse con los pisos tras el acuerdo con el Hipotecario e impedir la entrada de los subasteros en la licitación. Los okupas de Fuenlabrada antes de la subasta de mañana se dieron a conocer a los subasteros. Andrés, uno de los okupas, contaba: "Hemos estado presentes en los juzgados para advertirles que vamos a estar un centenar de personas allí, luchando con su mafia".

Los inquilinos, además, están muy animados porque aseguran que en su paseo por los juzgados todo el mundon les ha apoyado. Hasta los procuradores, aseguran los okupas, "nos han ofrecido su ánimo tácito".

En febrero de 1993, varios okupas de Móstoles se enfrentaron a los subasteros con éxito. En este pulso, los profesionales de las pujas ni siquiera pudieron entrar en la sala de subastas. El escándalo desatado por el poder de los subasteros ha llegado al Parlamento autónomo.

Izquierda Unida planteó antes del verano en la Asamblea de Madrid la necesidad de montar una oficina de la Comunidad en los juzgados para asesorar sobre los pisos en subasta. La Comunidad, por su parte, se comprometió a editar mensualmente una revista con información sobre dichas viviendas.

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