Un poco de sensatez
Vivimos tiempos que me provocan inquietud. Aunque con un fondo de recelo, porque sé que el problema de los nacionalismos nunca se ha resuelto con claridad en España, imaginaba que el país había entrado de alguna forma en vas de normalización territorial. Pero no, aparecieron otra vez los malditos demonios. Malditos, porque todos conocemos la historia de España, con sus guerras civiles, las guerras mundiales, las guerras actuales de la ex Yugoslavia inundadas de odios desatados.¿Por qué no podemos vivir libres de mezquindades tribales, de arrogancias racistas, de sentimientos irracionales de patriotismos caducos? ¿Por qué el entendimiento universal entre los hombres tiene que ser una quimera? Si para ciertas culturas el pecado original del hombre es el egoísmo, tiene que haber alguna forma de redención. Denuncio a los políticos que, con irresponsabilidad manifiesta, enfrentan a comunidades, instituciones y personas apelando a sentimientos primarios emocionales con el ruin fin de conseguir unos votos sin mirar su precio.
Y para colmo, hasta presidentes de clubes de fútbol, malos imitadores de los peores políticos y arrogandose representaciones nacionales, dicen que si ganan sus clubes ganan sus patrias. ¿No podríamos ganar un poco de sensatez?-
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
¿Tienes una suscripción de empresa? Accede aquí para contratar más cuentas.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.