El cine puertorriqueño busca público

El año pasado sólo se produjeron tres películas en Puerto Rico: Desvío al paraíso, una coproducción con España que se rodó en inglés; Rice, beens and ketchup, de producción totalmente puertorriqueña pero rodada en inglés por cuestiones de distribución, y Linda Sara, la única rodada en castellano. Ahora, la Casa de América y la Filmoteca Española organizan un ciclo dedicado a esta pequeña cinematografía que busca reconocimiento y público fuera de sus fronteras.

"La búsqueda de la identidad puertorriqueña es el gran tema de nuestro cine, de nuestra literatura y de nuestras artes en general", señala José Arternio Torres- director ejecutivo del Festival de cine de San Juan y uno de los promotores más activos del cine puertorriqueño."Ésta es la primera vez que presentamos un ciclo de nuestro cine en España, y por eso sólo hemos traído una antología de largometrajes de ficción. En Puerto Rico la producción estable de cine de ficción no comienza hasta 1951" añade Torres, que subraya que, mientras la producción de largometrajes de ficción es escasa y discontinua, la de documentales, vídeos y filmes de animación se encuentra bastante más consolidada. Dentro del ciclo que ahora proyecta la Casa de América, destaca Los peloteros, un filme que marca el comienzo de la cinematografía de este país y que narra el nacimiento de una escuela de béisbol en un barrio pobre de un pueblo.

Mujer hermosa

Otra película es Maruja (1959), la historia de la hermosa esposa del barbero de un pueblo, que, además, es amante del alcalde de la localidad y de su hijo y que un día aparece misteriosamente muerta, o La gran fiesta, un filme de 1986 que sitúa la historia en el año 1945 y que intenta reflejar la gran pugna entre el poder político americano y el de los puertorriqueños, contrarios a ese poder. "Es una película que muestra un importante momento histórico" subraya Torres. Al finalizar la II Guerra Mundial, en Puerto Rico se crea la División de Educación de la Comunidad dentro del Departamento de Instrucción Pública (DIVEDCO). Este organismo fue dirigido por norteamericano que llegaron de Hollywood y que propiciaron el nacimiento del primer grupo de cineastas locales. Después con la llegada de la televisión, comenzó la producción constante de cine, aunque no la de una industria cinematográfica propiamente dicha."Ahora mismo, en Puerto Rico tenemos unas leyes de estímulo a la producción privada que de momento está funcionando", explica José Artemio López. "No exisien las subvenciones directas del Estado".

Ciclo de cine puertorriqueño en la Filmoteca (cine Doré, Santa Isabel3) y Casa de América (Marqués del Duero, 2), a las 20.30 en la sala Iberia. Hoy, La gran fiesta, de Marcos Zurinaga.