Toda la oposlícion catalana carga sobre Pujol la responsabilidad por los incendios forestales

Sobre la cabeza del presidente catalán, Jordi Pujol, cayó ayer uno de los aludes de críticas más feroces y unánimes de cuantos ha recibido en el Parlamento catalán. La Cámara debatía las causas de los incendios forestales que este año han calcinado el 2% de la superficie de Cataluña, un récord histórico. La oposición en bloque imputó personalmente a Pujol la decisión de reducir el presupuesto destinado a la prevención de incendios y le acusó de tratar de eludir toda responsabilidad escudándose en la sequía y en la falta de civismo.El Gobierno catalán encubre la responsabilidad de las compañías eléctricas en los incendios forestales en pago a las inversiones realizadas por FECSA en el parque recreativo de Salou. Ésta acusación, formulada por Iniciativa per Catalunya y que quedó sin respuesta fue una de las más contundentes que formuló la oposición.

Por toda respuesta, el consejero de Agricultura, Xavier Marimon, replicó que las causas de los incendios se encuentran bajo investigación judicial.

El socialista Raimon Obiols hizo hincapié en la responsabilidad personal que, a su juicio, tiene Pujol. "Pujol sabe de todo un poco, pero no en profundidad", de modo que en 1992 decidió personalmente dejar de destinar recursos a la prevención de incendios, dijo Obiols.

Para el PP, Pujol es un predicador reivindicativo que falta a la verdad; su consejera de Gobernación, María Eugénia Cuenca, no sirve ni siquiera para ejercer como auxiliar administrativa, y el Gobierno catalán en pleno no es más que tramoya vacía construida sobre un aparato propagandístico. Sobre estas contundentes afirmaciones cimentó su discurso el líder del PP en Cataluña, Aleix Vidal-Quadras, quien levantó las iras de Pujol y de Cuenca al afirmar que los cuatro bomberos que murieron el 14 de septiembre al intentar atajar un incendio habrían salvado sus vidas si hubieran recibido un correcto entrenamiento por parte de la Generalitat.

Indignada con Vidal-Quadras, la consejera de Gobernación le replicó que "debería caerle la cara de vergüenza" por servirse de los muertos en su intervención. Pujol, no menos indignado, inició una salva de aplausos para rematar la réplica de Cuenca. El presidente catalán prescindió de su derecho a intervenir. Prefirió criticar a Vidal Quadras ante los periodistas, acusando al diputado de haber vulnerado la dignidad de la política al "jugar con los muertos".

El republicano Ángel Colom acusó al Gobierno catalán de haber sido "incapaz" de hacer frente en solitario a la situación.