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La música del concierto telefónico de Viena llegó hasta Sarajevo

Por primera vez desde el inicio de la guerra en la antigua Yugoslavia, artistas de diferentes géneros musicales, ubicados en seis lugares geográficos remotos, unieron el sábado sus sonidos en un concierto telefónico a través de líneas internacionales. El evento fue calificado por sus organizadores como un éxito porque, aseguraron, llegaron a comunicarse con Sarajevo, a pesar de las enormes dificultades técnicas. El concierto se convirtió en un verdadero experimento musical y de comunicación en un territorio bélico, donde es prácticamente imposible lograr conexiones telefónicas entre una república y otra.El concierto de música experimental -para evitar los conflictos derivados de composiciones de carácter folclórico-nacional Mreza-Netz (Red) se originó simultáneamente en Sarajevo, Belgrado, Lubliana, Pula y Skopie y fue transmitido por emisoras radiofónicas independientes de las mismas ciudades, que recibían a su vez el sonido desde Viena con las interferencias propias de uña señal telefónica.

Los artistas, entre los que había grupos rockeros, instrumentistas clásicos y bandas de jazz de todas las repúblicas de la ex Yugoslavia aisladas entre sí, improvisaron durante una hora sobre cinco segmentos acústicos que fueron compuestos especialmente para la ocasión en Serbia, Croacia, Macedonia, Eslovenia y Bosnia. El concierto fue centralizado en un viejo depósito de tranvías, en el distrito 2 de Viena, donde la compañía de teléfonos de Austria instaló 1.000 aparatos para el público, que escuchó la música de pie y con el auricular en la mano.

Hofsttetter Kurt, un músico de Viena, inició la conferencia telefónica musical dando el primer acorde y los músicos en las cinco ciudades restantes sintonizaron a continuación sus instrumentos. El segundo segmento fue un juego acústico con el tono de un aparato telefónico comunicando sobre el que se fue desarrollando ritmo y armonía. El exasperante sonido de los teléfonos bloqueados fue el motivo central de la noche, que simboliza la imposibilidad de comunicarse entre un territorio y otro de la ex Yugoslavia.

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