San Sebastián de los Reyes recela de la nueva promesa del tren

El alcalde de San Sebastián de los Reyes (55.000 habitantes), de la coalición Izquierda Unida, Ángel Requena, no se fía de las nuevas promesas que le ase guran la llegada del tantas ve ces anunciado tren de cercanías hasta su municipio. Requena quiere que los compromisos verbales de Julián Revenga, consejero de Transportes de la Comunidad, el jueves en Alcobendas, se recojan en convenios firmados con todas las administraciones implicadas. Revenga afirmó que las obras de la línea férrea que unirán estos dos municipios -Alcobendas y San Sebastián de los Reyes con Madrid se adjudicarán el próximo año y que podrían estar concluidas en 1997. Aproximó incluso el presupuesto a 13.000 millones de pesetas, que serán aportados por el Ministerio de Obras Públicas. Si se supera esta cantidad, la Comunidad se haría cargo del exceso.La primera fase del proyecto contempla, según el responsable regional de Transportes, la construcción de un ramal que partirá de la estación de Cantoblanco y que concluirá en la avenida de España -que es la que divide ambos municipios-, con otra estación intermedia en Alcobendas.

Vecinos y autoridades de San Sebastián de los Reyes están recelosos de lo que consideran una promesa más de las numerosas hechas por la Comunidad y el Ministerio de Transportes, que hasta hace poco rechazaba la viabilidad de esta línea de ferrocarril. En este sentido, Requena dijo estar "moderadamente satisfecho", pero también que su Gobierno no estará tranquilo hasta que se recoja en los Presupuestos General del Estado para 1995 el destino de los fondos y el inicio de las obras.

A juicio del regidor, ésta es la única garantía de que los vecinos de su municipio puedan trasladarse hasta la capital en tren. Para el primer edil "es irrenunciable" que la línea continúe como estaba previsto en anteriores proyectos, llegando hasta la parte norte de San Sebastián de los Reyes. En esta zona se ha condicionado el desarrollo urbanístico, que contempla la construcción de 7.000 nuevas viviendas, a la llegada del ferrocarril.