Un herido muy grave en el encierro de Fuenlabrada

Una tremenda cogida tiñó de sangre el primer encierro de las fiestas de Fuenlabrada (160.000 habitantes). Un toro partió la femoral a Sabino Martín, vecino de Leganés de 26 años, al ser empitonado en la pierna. La gravísima cornada, de 22 centímetros, dejó un reguero de sangre y pánico en el callejón. Precisamente ayer se estrenaron el recorrido y unas vallas verticales que garantizan la salida de los corredores del callejón en cualquier momento.Las amplias medidas de seguridad no le sirvieron de nada a Sabino Martín, que no tuvo tiempo de escapar. El herido, en estado muy grave, tuvo que ser internado en el Hospital Universitario de Getafe, donde fue intervenido durante más de tres horas.

Tras la operación, él hospital ofreció un parte médico donde se indicaba que sufría una herida en el tercio medio del muslo con trayectoria transversal hacia la ingle. Los cirujanos procedieron a la reparación de la femoral con injertos de la vena safena. Después de la intervención quirúrgica, el herido fue trasladado a la sala de reanimación, donde anoche seguía. Su estado fue calificado por los médicos como muy grave.

La cornada se produjo cuando Sabino Martín se encontraba de pie, refugiado entre dos tubos, verticales, con medio cuerpo fuera del callejón. El toro se arrancó y el herido no tuvo tiempo de reaccionar. Fue empitonado a la altura de la ingle y quedó aprisionado entre los tubos ante el pavor del público.

Charco de sangre

En medio de un enorme charco de sangre, cuatro personas con siguieron recoger al herido y conducirle en volandas hasta un coche de la Cruz Roja que se encontraba a cinco metros de donde se había producido el suceso.Dada la gravedad de la cogida, Sabino Martín tuvo que ser evacuado posteriormente hasta el hospital móvil de Fuenlabrada.

Desde allí fue conducido hasta el hospital de Getafe donde fue intervenido urgentemente. El herido estuvo en el quirófano durante más de tres horas, desde las doce hasta las tres y media.

Este fue el percance más grave del primer encierro de Fuenlabrada, que ayer estrenaba recorrido y nuevas vallas verticales de tubo para mejorar la seguridad del encierro. Las peñas y el Ayuntamiento de Fuenlabrada aplaudieron las innovaciones en el recorrido, que permiten colarse a los mozos entre los barrotes cuando se aproxima el toro.

Manuel Robles, primer teniente de alcalde, se mostró ayer totalmente satisfecho con las novedades. "Independientemente del herido grave, todo se ha desarrollado con normalidad", agregó.

El encierro comenzó a las diez, una hora después de lo previsto, debido a las labores de descarga de un camión. A lo largo del recorrido se soltaron cabestros para que el encierro no se prolongara más de dos horas. El objetivo se consiguió, ya que los toros se sacrificaron en el tiempo estipulado.

A lo largo del recorrido también se duplicó el número de dobladores, en vez de 10 hubo 20. El público estaba satisfecho con la nueva infraestructura del encierro. "Con este nuevo sistema hay mayor seguridad", indicó Jose, uno de los miembros de las peña taurina La Viga Atravesá.

La mayor parte de los mozos coincidieron también en criticar que los toros fueran lentos y que estuvieran "un poco parados durante el recorrido". Al encierro asistieron alrededor de 8.000 personas, según fuentes municipales.