La próxima jugada en el ajedrez político
F. S. Los ciudadanos de Argel se preguntan desde hace dos días, intrigados, dónde se encuentran retenidos los dos responsables del Frente Islámico de Salvación (FIS), Abassi Madani y Alí Benhadj, quienes el martes cambiaron la celda de la prisión militar de Blida por una residencia vigilada. Se asegura en la capital argelina que el lugar del arresto de los dos jefes es un pequeño hotelito de la ciudad de Blida, situada a 50 kilómetros de Argel, sede de la primera región militar, pero a la vez feudo de los integristas islámicos y cuna del movimiento armado integrista.
Los alrededores de la casa de Abassi Madani, sita en uno de los extremos del puente de Hydra, uno de los barrios más lujosos de la capital argelina, permanecen tranquilos. El edificio, de tres plantas, de las que la familia Madani ocupa la última, no está custodiado por fuerzas, de seguridad de uniforme. Algunas de las ventanas del apartamento de los Madani están abiertas y todo parece indicar que la esposa y los hijos menores del líder islámico continúan sus actividades habituales. En la terraza, enfocada hacia el Oeste, una enorme antena parbólica.
Los habitantes de Argel han iniciado con los ojos puestos en este hipotético hotelito de Blida y en el apartamento de Hydra, una larga espera. En los corrillos que forman en las esquinas los jóvenes en paro se discute y especula en voz baja sobre el próximo movimiento en este ajedrez político, y sobre si la jugada la hará el régimen de Argel o las fuerzas islamistas. No se descarta ninguna posibilidad. A falta de mayor transparencia, todos buscan las respuestas en una relectura del lacónico comunicado oficial y en las páginas de los periódicos, que ayer se agotaron en los quioscos de la capital. El viernes quizá acudan de nuevo todos en masa a las mezquitas con la esperanza de que los imanes les den noticias sobre los dos jeques integristas.
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