El 'narco' asesinado en Arosa había facilitado informaciones a los jueces
Manuel Baulo Trigo, el narcotraficante acribillado a balazos el lunes en su casa de Cambados (Pontevedra) por pistoleros a sueldo, había facilitado informaciones a los jueces de la Audiencia Nacional sobre las actividades de algunos clanes arosanos de la droga. Baulo suministró datos comprometedores para uno de los principales jefes del narcotráfico en Galicia, Manuel Charlín Gama, actualmente en prisión. La policía cree que éste podría ser uno de los motivos del ajuste de cuentas, aunque tampoco descarta que su muerte fuese ordenada por un cartel colombiano al que posiblemente debía dinero.
Los narcotraficantes de la ría de Arosa están agitados desde hace tiempo por un torbellino de recelos y desconfianzas mutuas. Cada vez que. se produce una redada, los clanes se escrutan unos a otros en busca de algún émulo de Ricardo Portabales, el arrepentido cuyas declaraciones desencadenaron la operación Nécora. La presión policial y los compromisos adquiridos con los cárteles colombianos contribuyen a acrecentar el nerviosismo.Manuel Baulo estaba cubierto por el manto de la sospecha desde que quedó en libertad condicional hace dos años, tras ser detenido como uno de los presuntos organizadores del traslado de una tonelada de cocaína incautada por el juez Garzón a bordo del buque Strande. De hecho, él mismo llegó a confesar en el pueblo que temía por su vida.
Después de su captura, Baulo y su hijo Daniel facilitaron a la justicia datos sobre algunas operaciones presuntamente organizadas por el clan de los Charlines. En ambientes del narcotráfico se llegó a culpar al narco asesinado de la reciente detención de Manuel Charlín, tan sólo cuatro días después de salir en libertad provisional.
Pero la policía tampoco ha descartado la hipótesis de una vendetta ordenada, directamente desde Colombia. En ese país estuvo secuestrado su hijo, Daniel y, además, otra de sus hijas, Ángeles que estaba en casa en el momento del asesinato, dijo que dos de los pistoleros tenían acento suramericano.
La esposa de Baulo, Carmen Carballo Jueguen, sobre la que también dispararon los sicarios, continúa muy grave. En caso de que logre salvar la vida, los médicos temen que quede parapléjica por una bala que le afectó a la médula espinal.
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