Conde se dedicará a la política, pero de momento no irá a las elecciones

Mario Conde aprovechó la presentación de su libro El sistema. Mi experiencia del poder para saltar a la arena política de forma definitiva. Su estreno se produjo, tras atacar las instituciones, nada menos que con la petición de que se modifiquen algunos puntos de la Constitución. El ex presidente de Banesto calificó la intervención de la entidad de "acto brutal y antijurídico", y lo atribuye a decisiones políticas, hasta el extremo de asegurar que si Banesto hubiera adquirido Ibercorp, "como quería Mariano Rubio", no se habría intervenido. Sin embargo, volvió a defraudar y no tuvo argumentos para rebatir el quebranto patrimonial del banco.

Ocho meses y medio después de la intervención de Banesto, banco que presidió durante seis años hasta que fue destituido el 28 de diciembre de 1993, Conde rompió ayer su silencio para atacar a las instituciones -especialmente al Banco de España y al Ministerio de Economía- y para hacer un alegato político. Dolido por la intervención del Banco de España, como reconoció durante la presentación del libro ("nadie puede ser condenado sin ser oído", "No han sido los meses más fáciles de mi vida"), Conde aseguro que "tras apenas hacer apariciones públicas, ahora el camino es otro y lo voy a seguir con perseverancia".Ese camino, a su juicio, está determinado por "el daño que se está haciendo a las libertades sociales". "Si no estuviera convencido de ello, si hubiera llegado a la conclusión de que la actuación del Banco de España había sido correcta, mi silencio hubiera continuado", manifestó el ex-banquero. Conde destacó que seguirá hablando en los foros donde se le escuche. "Y si no hay ninguno habrá que crearlo", advirtió.

Cuando fue preguntado sobre si se iba a dedicar a la política contestó de forma calculadamente ambigua: "Si por política se entiende opinar, sí; si se entiende como tal desplazarme y hacer discursos sobre Banesto enmarcándolo sobre lo que está sucediendo en España, sí me voy a dedicar a la política; si se entiende como participación en elecciones ya, eso no constituye mi prioridad actual". Conde abría así la puerta a su saltó a la política cuestión que, aseguró, se le había propuesto muchas veces. En el libro reconoce que estuvo tentado a formar una candidatura de independendientes en las elecciones europeas.

El nido del cuco

"No late dentro de mí un sentimiento de venganza, sino más bien una preocupación por lo que está sucediendo de verdad en España", dijo Conde, que explicó su salto a la política como un fruto de la experiencia. "He vidien el nido del cuco", enfatizó. Conde, que acudió al hotel madrileño en el que presentó el libro con siete ex consejeros incondicionales (el ex vicepresidente Ricardo Gómez-Acebo, cuñado de la hermana del Rey, Doña Pilar, no estuvo presente) y Fernando Garro, dijo que había conseguido salir del nido y aportar lo que ha visto. De ahí su salto a la política.Mezclaba, mientras tanto, continuas alusiones a la intervención de Banesto ("Lo sucedido en tomo a Banesto es una manifestación del funcionamiento del Sistema en España"). Para él Banesto era un foro desde el que pudo criticar las actuaciones del Sistema ("entramado de poder que abarca todas las áreas del poder político, sobre todo en su dimensión económica, al mal llamado poder económico privado y a algunos medios de comunicación"). Este Sistema "es un freno a las libertades reales y no depende del partido gobernante". Conde también ataca al líder del PP, José María Aznar.

Reconoció que durante sus años al frente del banco rompió los comportamientos tradicionales de la estructura del poder "con críticas a la política económica y a la situación política y entrando en medios de comunicación". "Por todo ello fui mandado investigar por una entidad extranjera", dijo. "Banesto era una voz crítica y eso era un sacrilegio en el sistema bancario español acostumbrado a callar". En este punto, el ex banquero aludió en tres ocasiones al grupo Prisa, editor de EL PAÍS y de Cinco Días, y a su presidente, Jesús de Polanco. En el discurso dijo que llamó al presidente de Prisa tras recibir una llamada del subgobernador, Miguel Martín, en la que decía que periodistas de los dos medios tenían noticias de la situación del grupo y que presionaban para publicarlas. Conde asegura que Jesús de Polanco le dijo que era el Banco de España el que había pasado la información. En su libro, Conde afirma también que el Banco de España filtró a EL PAÍS el pliego de cargos contra él y el anterior consejo de administración de Banesto. Ayer reconoció que no tenía pruebas de ello.

Conde reseñó, asimismo, que no tenía constancia de ninguna conspiración para desacreditar la Monarquía, aunque destacó que su experiencia le dice que se dan comportamientos que afectan a la credibilidad pública. Y terminó diciendo que, ante eso, "resultan inevitables ciertos cambios constitucionales", aunque no quiso precisar cuáles.

Después entró a saco contra Mariano Rubio. De tal forma que, como ya refleja en el libro, culpa de la intervención de Banesto a su negativa ("negativa de todo el consejo de administración") a comprar Ibercorp ante la propuesta del entonces gobernador, Rubio.

Compra de acciones

Respecto al quebranto patrimonial, que se atribuye a su gestión, la calificó de "artificial", pero no encontró argumentos para rebatir la intervención centrándose en las recientes ventas de participaciones de Asturiana de Zinc y y Bodegas AGE. Sin argumentos dijo que "la historia la va a ganar la razón y la razón política, la jurídica y gran parte de la financiera se encuentra con nosotros".Por último, Conde aseguró que tanto él como el resto de ex consejeros incondicionales acudirán a la oferta pública de venta de acciones de Banesto para los antiguos accionistas a fin de recuperar la participación del 1,5%. A su juicio, según insinuó, ésta es otra forma de luchar contra el Sistema.